En el momento que escuche que Adam Sandler, Ben Stiller y Dustin Hoffman iban a trabajar juntos, mis expectativas por ver esta película aumentaron considerablemente, pero al momento de ver la película sentí un gusto agrio en la boca.
Primero y principal, la trama no es nada relevante. Una familia separada por sus propias ambiciones que se reúnen para ver a su padre. Un padre que siempre se interesó en uno de sus hijos y que por los otros dos no se preocupó en lo más mínimo. Este rencor se hace notar por parte de estos dos, pero la furia no es bien demostrada en el filme. No hay tantos momentos de máxima tensión como podría haberlos. Otra cosa por agregar es que la historia transcurre muy lentamente, al punto de que los ojos se me empezaron a caer, hubo partes del filme que se tornaron muy aburridos y difíciles de consumir.
Algo que me pareció espectacular fue la actuación de Adam Sandler, tuvo una actuación que nunca había visto en él. Después de tantos años de verlo con la misma apariencia y personalidad en cada una de sus películas, verlo aquí me dio orgullo por él mismo, por verlo poder hacer un papel aceptable. Tampoco puedo opacar a Dustin Hoffman y a Elizabeth Marvel, sus actuaciones son tan convincentes que realmente se adueñaron del papel que les asignaron. Ahora, Ben Stiller creo que pudo haber rendido un poco más, no digo que haya tenido una mala actuación, sino que podría haber sido un poco más convincente.
Lo que sí le da su toque a la historia es Randy Newman con la música que le creo a la película. Es alegre, agradable y va muy bien con el tono de esta. Y una de las mejores cosas que se puede ver es la canción que comparten Danny (Adam Sandler) con su hija Eliza (Grace Van Patten) en donde se puede ver una gran conexión padre-hija.
Sin más que decir, la película tuvo magnificas actuaciones para una película que carecía de historia. Una gran pena para ellos.