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España España · SEVILLA
Voto de montipito:
7
Thriller. Drama Harto de su vida y de su trabajo Edmond Burke (William H. Macy), un ejecutivo de una gran multinacional, decide abandonarlo todo y evadirse dando rienda suelta a sus fantasías en el sórdido y peligroso mundo nocturno de una gran ciudad. (FILMAFFINITY)
29 de junio de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Edmond Burker es un directivo empresarial que, al llegar una noche a su casa de vuelta del trabajo, comunica a su esposa que no le ama y desea abandonarla. Recorre en solitario la noche de NY donde tiene la oportunidad de conocer a una variada fauna que no entiende: exhibicionistas, trileros, prostitutas, macarras atracadores, hoteluchos de mala muerte. En un encuentro con un atracador es maltratado y robado; decide empeñar su anillo de bodas y comprar un machete. En su vagabundeo encuentra una preciosa camarera en un bar de copas con la que hace el amor en su domicilio y, por querer imponerle sus locas ideas, la asesina. La bajada a los infierno progresa y monta el pollo en el metro y en la puerta de una iglesia baptista. La policía lo lleva a sus dependencias y de ahí a la cárcel, donde un negro compañero de celda, lo sodomiza. Termina por convivir amorosamente en la celda con el negro mientras antes de que apaguen la luz le hace unas extrañas especulaciones sobre los miedos que siempre esconden un deseo. Para atarlos.

El guión de la película está basado en la obra homónima de teatro de Mamet. Magnífica la interpretación de Macy, buena dirección y correcta la fotografía. Este es un caso clarísimo de una psicopatía agresiva, más allá de la crítica social que el director quiera mostrar sobre la noche neoyorkina, que es para pensárselo. Ahora bien, llevar a categoría universal que todos tenemos una fuerte dependencia de nuestro entorno social hasta el punto de somos lo que comemos puede que esa reflexión no tenga base. Edmond es un pobre loco que en un momento determinado ha estallado y muestra su agresividad contra todo los que le comprime. Tiene la típica confusión y desorientación, y aplica una lógica que no entiende los que le rodean. Es decir, la sociedad no lo ha convertido en un loco agresivo sino que él ya tenía un buen plomazo debajo del ala.
montipito
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