De pequeño leí algunas historietas de comics, pero pocas. Fue algo aislado. Reconozco no obstante que las historias de superhéroes tienen algo que hace que me resulten interesantes.

Fui a ver la película con mucho miedo, temeroso de ver algo banal y estúpido, como la mayoría de las superproducciones que se estrenan últimamente en los cines.

Empecé a ver la película y me temí lo peor. Sin embargo, a medida que avanzaba la película y la trama, me iba contagiando de la oscuridad de una trama compleja, en la que el supuesto villano no es un villano al uso, sino oscuro, porque en el fondo, Ultrón no es un villano al uso, sino un ser confundido y cegado por el odio, y que como los locos, vive dentro de su propia realidad.

No es fácil adaptarse al fulgurante inicio de la película, a la introducción de múltiples personajes del universo Marvel (algunos tan complejos y difíciles de entender como Visión), a un villano distinto, y a un guión profundo y complejo que quiere ir sembrando las diferencias que llevarán a la guerra civil entre los Vengadores en Civil War (Vengadores 3).

Desde ese punto de vista, a mi me ha gustado mucho ver que Whedon quiere contar una historia, con sus dificultades, y un final que no me gusta demasiado, pero con momentos muy brillantes, y muy propios de un comic.

Habrá mucha gente a la que el final de la película le parezca una patochada, pero que encontrará momentos de gran belleza, intensidad y profundidad, como la maravillosa conversación entre Ojo de Halcón y Bruja Escarlata, al más puro estilo del ideal de los Vengadores. Al que no le gusten los comics, es posible que le horrorice la película. Pero si se ve sin prejuicios, desde el prisma de una película de superhéroes, el trabajo de Whedon como guionista roza la perfección, por más que me hubiese gustado otro tipo de película.

Salgo del cine encantado de comprobar que Joss Whedon, el director, ha sabido conjugar una historia, con sentimientos, con algunas risas (menos que en la primera parte de Los Vengadores, porque la película es más sombría y oscura), y con unos personajes que parecen realmente un grupo de superhéroes, y no una banda que quiere lucirse individualmente, Todos tienen sus momentos, su parte de la historia, su peso específico, y todos están entonados (cierto que unos más que otros), pero de forma equilibrada y sensata. Destaco a Elizabeth Olsen, como Bruja Escarlata, porque su papel me parece muy trabajado y muy bien definido, pero sería injusto destacarla frente a un elenco excepcional, cohesionado y sin fisuras. Una historia realmente brillante.

Es una película sobresaliente, dentro de un cine moribundo, en el que ya sólo importan los efectos especiales (CGI). Ese es el único lunar que le encuentro a la película, demasiados efectos especiales. Llegan a resultar cansinos, y a veces innecesarios, pero nunca exagerados, porque a fin de cuentas estamos viendo una película de superhéroes.

Un gusto de película. Ojalá Joss Whedon siguiese al frente (siento verdadera admiración por su trabajo, antes incluso de Los Vengadores), Me temo lo peor con su salida. Ojalá no se pierda su magia.