Film de culto que cerró o dio comienzo (como quieras verlo), al siglo XXI. Inspirado en una novela del escritor estadounidense Bret Easton Ellis. Con una ambientación de los ochenta, un "status" de rico de Wall Street muy conseguida y una interpretación del "trabajador" Patrick Bateman realizada por un casi desconocido (entonces), Christian Bale, perfecta, sublime y deliciosamente malvada. Escenas de puro sadismo para un narcisista que necesita de sus ataques psicóticos para poder calmarse. Si tuviera que destacar algo malo del film es la poca profundidad del personaje de Bateman, el cual se retrata como un tipo frío que casi no es humano, salvo en aspecto, creo que se hubiera hecho icónica si se llega a ahondar más en las motivaciones de ese "yuppi" para "matar", que hace sus rutinas físicas cada mañana y gasta cerca de 10 tipos de lociones para conservar en perfecto estado su piel. Igual en la novela sí se ahonda en ellas como debería. Tienes escenas magníficas como la de las prostitutas que son grabadas mientras se les practica sexo y su extraño y sueltudo (para lo que les podría esperar), final. Su final es... Deliciosamente interesante, aunque esperado al ver el trascurrir de la historia.

Fue la película que dio a conocer de verdad a Christian Bale que ahora será uno de los actores mejor pagados del "star system". Una película que se considera de las mejores y más sorpresivas de aquella inicial década de este siglo y que es muy recomendable para cualquier amante de la década de los ochenta y del cine "slasher"(como lo es un servidor). No llega a la perfección, pero la intensidad de la interpretación de Bale y la recreación de esa época en la que los "yuppies" de Wal Street eran los amos del mundo escuchando a Phil Collins en sus walkmans de último modelo mientras tenían al lado a la rubia tonta de turno de aspecto casi perfecto, está tan lograda que casi llega (para mí), a la categoría de obra de arte. Quitando conversaciones misóginas y alguna escena desagradable, el film es más que recomendable.