Guy Ritchie coge lo mejor de las películas de Tarantino poniéndose a su mismo nivel (incluso superándolo), y nos sumerge en el Londres más bajo para hacernos pasar un buen rato. Ritchie nos ofrece grandes personajes, situaciones muy gamberras y diálogos memorables.

Probablemente la mejor comedia negra de todos los tiempos con el mejor Brad Pitt.

Para ver una y otra vez.¡Viva el buen cine inglés!