Olvidado y recuperable western firmado sobriamente por el genial Walter hill y con un reparto perfecto en el que sobresale el duelo Willis&Walken, la historia nos lleva a un perdido pueblo en mitad del oeste dominado por dos bandas una italiana y otra irlandesa al que llega un pistolero bebedor y cínico llamado Jhon Smith (Bruce Willis) rapidamente comienza un juego en el que la vida humana se compra con el cheque más alto.