Nihilismo, pesimismo, hipocondría, ataques de pánico, úlceras, misantropía, inseguridades... todo un catálogo de woodynismo en estado puro. Adoro a Woody: puede que tenga 40 años menos que él, pero tuve una úlcera, desde entonces soy hipocondríaca, a veces la gente me fastidia bastante hasta rozar la misantropía y a los 16 años fui a una vidente para que me dijera que no iba a estirar la pata de muerte prematura. Es mi ídolo cinematográfico de estos tiempos, desde que tenía yo unos 12 años (un año antes de la úlcera, dicho sea de paso).

Que el tipo es brillante está fuera de discusión, pero también está fuera de debate que de vez en cuando le mola hacer películas sin mucho argumento y con pura paranoia, como en un picadillo de tópicos propios convertidos en lasaña. Esos tópicos suyos están siempre, esa es una de sus grandezas, pero a veces se diluyen en extupendos guiones (y tiene muchos ejemplos de ello, véase Melinda y Melinda, por ser el primero que me viene a la mente en cuanto a estar muy currado), en grandes reflexiones y, cuando de comedias se trata, puede uno acabar rodando por el suelo de risa.

No es este el caso, en lo de la risa, quiero decir; y tampoco se luce con el guión. La cosa va de un alter ego suyo (a ratos insoportable; otros actores que han hecho de él mismo me han caído mejor) que es brillante, pedante y solitario. Y, cómo no, aparece en escena una chica muy mona, muy joven y muy cateta que, sinceramente, es lo que le da una cierta gracia a la peli, a mi entender. Porque aunque las reflexiones en voz alta del tal Boris son muy acertadas y a veces te dan ganas de pegarte un tiro, es la interpretación que la chica hace de ellas lo que hace que uno no se vuele la tapa de los sesos o apague el DVD.

Por cierto, me encanta la madre de la chica, con toda su estupenda y a la vez inverosímil metamorfosis; y debo decir que las escenas en que hacen sus apariciones los progenitores de la muchacha en casa de Boris son de lo mejorcito de toda la peli.

Para los fans de Woody, todas sus pelis se salvan de la quema por algo. No sé yo qué opinarán los no fans. Carezco de la objetividad suficiente. Ustedes perdonen. ¿Que si la cosa funciona? A duras penas, pero funciona.