Los ingredientes que componen este largometraje -su director, Elia Kazan, con fama de ser un gran director de actores, así como sus estrellas, Montgomery Clift, un gran actor, y Lee Remick, una gran actriz- son, a priori, unos buenos alicientes para esperar ver una película de calidad; y en parte es así, pero los resultados están por debajo de las expectativas marcadas por dichos nombres.

La visión que se da de los años 30 se centra en la oposición entre el progreso, personificado por la TVA, el gobierno del Presidente Roosevelt, y el espíritu del "New Deal", y unas fuerzas locales ancladas en el prejuicio, la pobreza y la ignorancia; es una oposición a la que se fía la tensión dramática y el conflicto. Todo eso es interesante, y seguramente hasta con una base real, pero resulta un poco tópico y superficial. "Río salvaje" es uno de los muchos films de Hollywood que ponen a los sureños, envueltos en sus miserias, a caer de un burro.

Jo Van Fleet -quien contaba aproximadamente con 46 años cuando trabajó en este largometraje, ¡interpretando a una mujer octogenaria!- marca un buen pulso dramático con Montgomery Clift. El posteriormente famoso Bruce Dern aparece en un breve papel. Hay que destacar también la presencia de Barbara Loden, una actriz y directora de cine que posteriormente se casó con Elia Kazan, y que en este film debuta como actriz en la gran pantalla.