Pasable adaptación, con reparos, de la vengativa biografía escrita por la hija de Joan Crawford, en la que se nos pinta a la mítica actriz como una mala y cruel madre, lastrada en cuanto a verosimilitud por cuanto sólo se nos brinda la versión de la hija y en cuanto a carga mitómana tres cuartos de lo mismo ya que salvo unas cuantas escenas con Louis B. Mayer, obvia por completo cualquier tipo de referencia a las películas (unas cuantas joyas de terror) que la gran señora rodaba por las fechas en que está ambientada.

Faye Dunaway está más que digna en el papel de la gran actriz (cuando llevas un rato de metraje olvidas que es una actriz haciendo de Joan) y poco más de bueno que decir.