Sorprendentemente es entretenida. La verdad es que elegí esta película sin demasiadas ganas, pues las únicas opciones para no repetir eran: Mision Imposible III (a la cual me negué) y Déjate Llevar (a la cual, mira por donde, también me negué); no obstante, no hice mal del todo en escoger este film. Sabía que no se trataba de la historia estúpida y mánida que se podría esperar del título; pero lo que no contaba es que la trama estuviese tan bien púlida. La historia se deja ver (siempre con los típicos toques americanos, aun siendo Spike Lee) y no decepciona en ningún momento; hasta que en el final cuando todos creemos que ha acabado y lo tenemos claro, la cinta no acaba sino que le da más vueltas hasta explicarnos a la perfección lo que ya habíamos intuído con anterioridad. En definitiva, tiene el mérito de apartarse del Hollywood más subnormal de encefalograma plano, pero a la vez no se olvida de la misma estructura que guia este tipo de metraje. Una pena.
Lo mejor: Jodie Foster, que hace de un personaje mediocre algo sublime. Denzel Washington.
Lo peor: al final se hace demasiado larga con muchos finales.