Cuando salí del cine pensaba para mi que si sería el único que calificaría esta película con un 10 en la página. Por lo que he podido ver, no soy el único. Y es que esta maravilla actual es para ponerle eso y más. Para mí es más que una simple comedia. Es una crítica brutal a la sociedad americana. Una sátira que muestra, al igual que un gran espejo, todas las caras de esa gran potencia. El hecho de que tenga forma de documental es una de las muchas cosas que sirven para dar una mayor veracidad a la historia, un toque de hiperrealismo que hace que la película gane enteros por el tema que trata (está concebida como un falso documental pero, yo diría que no lo es tanto).

Tengo que reconocer lo grande que es Sacha Baron Cohen. Hasta ahora solo lo había visto en la película de Ali G y me había parecido muy gracioso. Pero después de esto, decir que su ingenio no tiene límites y que su interpretación de Borat es magistral.

En fin, sólo me queda decir que todo el mundo debería ver esta película. Sirve para darse cuenta de que no somos tan civilizados como creemos ser y de que nos lo tenemos tan creido que ni si quiera somos capaces de reconocer nuestros propios errores (y nira que son grandes la mayoría de ellos). Una magnífica crítica social que nos muestra sin tapujos (entre otras muchas cosas) la discriminación racial por parte de algunas personas hacia otras y la creencia de que los que no son como ellos, son inferiores a ellos.

Muy recomendable.

Mejor dicho, OBLIGADA para todo aquel que quiera ver lo estúpidos que somos y, además, no pararse de reír durante todo el metraje de la cinta (no recuerdo haberme reído tanto en un cine).
Para mí, una de las mejores comedias que han llegado a las salas de cine en los últimos años.
No se la pierdan.