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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Comedia. Drama El profesor jubilado Josef acepta un modesto trabajo, recogiendo envases retornables en un supermercado, para huir de la monotonía en la que vive con su mujer Eliska. Allí, pronto se convierte en un celestino, que empareja a sus solitarios colegas con clientas solteras y viceversa. Mientras Josef intenta arreglar una nueva relación, Eliska se pregunta por qué su marido no pasa más tiempo con ella. (FILMAFFINITY)
9 de septiembre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El checo Jan Sverak nos presenta un film en el que su protagonista es Josef Tkaloun (Zdenek Sverak), un viejo profesor que decide jubilarse, desencantado ante el comportamiento de sus jóvenes alumnos.

Aburrido del monótono día a día con su mujer, y resistiendose a pasear todas las mañanas por el parque junto a otros compañeros jubilados, se buscará oficios tan variados como el de mensajero o mozo de almacen de botellas recicladas. El film de Sverak (cuyo guión corre a cargo de su padre, protagonista del film), trata claramente de cómo afronta una persona mayor sus últimos años sin resignarse a quedarse sentado esperando la muerte, pero al mismo tiempo es una tierna reflexión sobre los nuevos tiempos, y los cambios que éstos traen.

El film se beneficia de la situación actual de la República Checa, en una carrera contrareloj en ponerse al día con el resto de Occidente. Es un lugar, pues, en el que la transición entre la tradición y la modernidad es tan acelerada que se percibe de forma brusca por parte de sus habitantes. El personaje de Josef, cuyo retrato no es del todo agradable (le vemos interesado en la vida de los demás, mientras que apenas se ocupa de su propia mujer) cumple en el film el papel de observador ante esa realidad que percibe cambiante, y que lógicamente no ve con buenos ojos, aunque se da cuenta que es algo inevitable.

Lo que más beneficia al film es ese aire que cotidianeidad que transmite en todo momento, mientras se van desarrollando los hechos, y sin que le haga falta realizar ningún tipo de énfasis en el mensaje que sin que apenas nos demos cuenta se va instalando en nuestro interior. Y es que mientras que Josef se niega a resignarse a llevar una vejez como la de los demás, las cosas van cambiando a su alrededor, las antiguas bibliotecas son sustituidas por elegantes y asépticas clínicas dentales, los mozos de almacen por máquinas más baratas.

Mientras, las formas se van perdiendo, la gente no se saluda por la calle, y pese a las nuevas tecnologías (moviles, internet) que nos permiten estar comunicados en todo momento, paradójicamente la gente a su alrededor se va aislando cada vez más, creando una preocupante incomunicación entre si. Todos los personajes que se mueven alrededor de Josef, son personas incomunicadas, un tanto desorientadas ante los nuevos tiempos, solitarias y sin amor (incluyendo a su propia hija), algo que tratará de evitar inmiscuyéndose en las vidas de éstos.

De alguna forma, director y guionista tratan de ofrecernos un mensaje no exento de melancolía, pero también de cierta esperanza, en el sentido en que hay que actuar y no rendirse nunca. Zverak nos ofrece un film sencillo, sin pretensiones, un retrato cotidiano que consigue no hacerse excesivamente azucarado ni pretencioso, y que nos atrapa con su sencillez.
manulynk
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