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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
10
Drama Eddie Felson (Newman) es un joven arrogante y amoral que frecuenta con éxito las salas de billar. Decidido a ser proclamado el mejor, busca al Gordo de Minnesota (Gleason), un legendario campeón de billar. Cuando, por fin, consigue enfrentarse con él, su falta de seguridad le hace fracasar. El amor de una solitaria mujer (Laurie) podría ayudarlo a abandonar esa clase de vida, pero Eddie no descansará hasta vencer al campeón sin ... [+]
3 de noviembre de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Rossen, nos lleva a un mundo diferente, prácticamente un "sub-mundo", únicamente conocido por los iniciados: el del billar, y más concretamente el de los tipos que hacen de dichas partidas una forma de ganarse la vida. En concreto, la mirada de Rossen se centra en Eddie Felson (Paul Newman), un joven tan talentoso para el billar como excesivamente pagado de sí mismo que busca derrotar a uno de los mejores jugadores, el llamado "gordo de Minesottta" (Jackie Gleason).

De hecho, el film viene a mostrarnos el proceso de transformación de un Felson arrogante e ingénuo a otro maduro y experto. Desde los primeros minutos, Rossen hace gala de una excelente economía narrativa, mostrándonos la forma de actuar del ventajista Felson, y de paso le sirve al director para introducirnos a su protagonista y sus circunstancias.

También es muy interesante el uso que hace de las elipsis, de forma que después de resaltar lo que le interesa, le permite dar pequeños saltos en el tiempo, sin necesidad de alargar el metraje para explicaciones, y consiguiendo así mostrarnos lo que realmente le interesa, pero sin perder las referencias de cuanto le rodea. De esta forma, acabamos conociendo a Felson no sólo por sus actos sino por las relaciones de cuantos le rodean, desde Sarah Packard (Piper Laurie), pasando por su primer "manager" Charlie (Myron McCormick), el ya citado "gordo de Minesotta" o el oscuro manipulador y amoral Bert Gordon (George C. Scott).

Todos y cada uno de los personajes que aparecen tienen una función importante en el proceso de maduración de Eddie Felson, en especial el de Sarah (el mejor papel sin lugar a dudas de Piper Laurie), y el de su segundo socio Bert, cuyas acciones, encaminadas a sacar el máximo rendimiento de su "pupilo" serán las que determinarán las consecuencias posteriores en la relación entre Eddie y Sarah.

En el fondo, Rossen construye un film perfecto y sincronizado en el que cada una de las escenas que nos muestra es una consecuencia directa de la anterior, todas perfectamente encajadas para mostrarnos el proceso de aprendizaje del protagonista: El Felson del final apenas se parece al del principio, después de su particular descenso a los infiernos. Y de paso, dicho montaje incide en una idea determinista, en el sentido que las acciones presentes son consecuencia de hechos del pasado, que entronca el film con cierta temática del cine negro. Rossen acierta de pleno con una historia marginal, cuyos hechos suceden en el particular universo de los locales de billar, en el que el propio juego del billar siempre aparece en el fondo, como el contexto en que se mueven los personajes, pero que nunca pasa a un primer plano (como sí sucedía con la secuela rodada por Scorsese).

Además de la estupenda fotografía en blanco y negro, y el pefecto guión destacar las interpretaciones de todo el reparto a tan alto nivel, que prácticamente todos ellos son recordados por su intervención en esta película. Por algo será....
manulynk
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