Film que aporta un poco de aire fresco a la tan trillada comedia romántica norteamericana.

Dirigida por Richard LaGravenese, nos cuenta la historia de Holly (Hillary Swank), que acaba de perder a su marido víctima de una enfermedad. Sin embargo, su marido no ha dicho la última palabra, y ésta va recibiendo una série de cartas que él ha programando. A pesar de tocar de lleno un tema trágico, LaGravenese aligera un poco la carga sentimental, a base de flashbacks en los que Holly recuerda pasajes vividos (muchos de ellos con una retirada cómica) con su marido Gerry (Gerard Butler).

De alguna forma, el director nos cuenta el tránsito de dolor que se sufre por la pérdida de la persona amada, visto como algo inevitable, pero que se tiene que pasar. Un camino en el que el desaparecido marido no se resiste en dejarla totalmente sola, pero al mismo tiempo orientarla hacia la luz, que viene a ser la superación del dolor y el reiniciar una nueva vida.

El film no tiene nada de fantástico, (cualquier parecido con "Ghost" es mera coincidencia), y todo lo contrario tiene un aire realista de cotidianidad. De hecho, a pesar del intenso amor y vacío que siente la protagonista, el director nos ofrece un prólogo en el que comienza el film con una (típica) pelea conyugal (que acaba con reconciliación), para después de los títulos de crédito "ir por faena" evitando hacer pasar al espectador por el calvario de la enfermedad.

Aunque el director trata de evitar que el film derive hacia el lado más lacrimógeno, en muchas ocasiones no consigue evitarlo. A pesar de ello, destacaría la excelente interpretación de Gerald Butler quien consigue llenar la pantalla (incluso cuando no está presente y sólo escuchamos su voz), superando incluso la tibia interpretación de Hillary Swank (quizás le van más los papeles mucho menos convencionales), y en especial destacaría los bellísimos paisajes de Irlanda que aparecen en la película (sólo John Ford y unos pocos han conseguido mostrarla de esta forma).

En su contra tiene cierta retirada al convencionalismo de la moderna comedia romántica y una série de personajes secundarios cuya misión parece más bien la de rellenar la pantalla (con un reparto en el que encontramos a Lisa Kudrow, Gina Gershon, James Masters, Kathy Bates o Harry Connick Jr., un claro guiño a Ford), con mucha presencia pero escasa relevancia en el devenir de la historia.