El libro de la selva es la mejor película de Jon Favreau. Vale que igual no es decir mucho, pues la única que valía algo la pena es Cowboys & Aliens, pero lo que viene ahora sí es decir algo: se trata de una de las mejores películas de aventuras de los últimos años.
El libro de la selva tiene sabor a película de aventuras de las de antes, de las de metraje ajustado (96 minutos sin créditos), ritmo imparable, personajes entrañables y mucho entretenimiento. Tiene material para gustar a espectadores de todas las edades, se pasa en un suspiro y es muy agradecida de ver. Sobre todo, lo que tiene y lo que es lo mejor es esa cualidad de ingenuidad, de película de antes, a la que no le hacen falta filigranas para resultar encantadora y que es cine de aventuras del que ya no se hace Además, tiene un casting de voces impresionante, unos efectos visuales que la convierten en una de las películas estéticamente más bellas que se recuerdan (esperen a ver todos los paisajes de la jungla o el templo de los monos) y un ritmo apabullante. Además, hay secuencias que son oro puro para los verdaderos amantes de la aventura, como toda la del Rey Louie (pese a un inconveniente) o la huida de Mowgli por el desfiladero. Un Mowgli impresionante, por cierto, porque Neel Sethi apunta a actorazo con su naturalidad y lo bien que se maneja teniendo en cuenta que no veía en realidad ni el 5% de lo que hay en pantalla con él.
En realidad, la película tiene solo dos defectos. El primero es que le falta algo de alma. No existen muchos momentos en los que el espectador se emocione, principalmente porque el tono de la historia es algo frío, y no hay más que ver el final y lo indiferente que deja para darse cuenta. El segundo problema, y el más grave, es que a alguien se le ocurrió que era una buena idea meter canciones de la película animada. Craso error. No solo no pega absolutamente nada con lo que es el resto del largometraje, sino que además arruina por completo la bastante siniestra secuencia del Rey Louie. Los monos siempre fueron para quien esto firma el elemento más inquietante de la historia, una presencia quizás menos amenazadora que Shere Khan pero sí mucho más oscura (con el tigre al menos Mowgli sabe a lo que atenerse, pues siempre va de frente). Aquí, el Rey Louie da bastante más miedo que Shere Khan, pero su secuencia, una de las mejores de acción de la cinta, queda lastrada por el ridículo momento musical.
Con todo, este Libro de la Selva es una delicia para cualquiera que creciera con esta historia y para cualquiera que todavía disfrute con aventuras de sabor clásico. Un gran triunfo.

Lo mejor: Los efectos visuales, francamente espectaculares, su sentido de la aventura y la interpretación de Neel Sethi.
Lo peor: Los momentos musicales.