Dejando de lado que cualquier sitcom que tire de risas enlatadas me suscita de entrada cierto rechazo, lo cierto es que no sé qué le ha visto el mundo a Big Bang.
Vale, sí, sin duda tiene gracia ver a cuatro frikis superdotados pero sin ninguna habilidad social, y sin duda Sheldon Cooper es uno de los mejores personajes de comedia en décadas, y sin duda también el talento cómico de todos sus actores y actrices es extraordinario.
Pero yo la verdad es que no veo por ninguna parte esa serie tronchante que ve otra gente. Así, de reír a carcajadas, sólo recuerdo el momento de Amy hablando con Sheldon por Skype mientras daba de fumar a unos monos que estaban, nunca mejor dicho, con el "mono". El resto, sinceramente, me parece una comedia aceptable, perfecta para esos 20 minutos que te sobran en el día y no sabes qué hacer porque ponerte una película o un capítulo de una serie es demasiado largo, pero poco más. Creo que está sobrevalorada y que en modo alguno es tan graciosa como se ha dicho, especialmente a partir de que el lado friki de los cuatro amigos deja de importar y la cosa se convierte en una especie de consultorio sentimental.