Haz click aquí para copiar la URL
España España · san sebastian
Voto de Izeta:
7
Bélico. Drama Año 1945; los japoneses están a punto de firmar la paz en Birmania. Un soldado, admirado por sus compañeros porque toca el arpa, es nombrado mediador japonés. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Alegato antibelicista con tintes espirituales, que gozó de gran éxito en su época, no en vano, es una película cuyo mensaje Japón necesitaba con desesperación entonces.
Realizada a mediados de los 50, cuando Japón estaba tratando de levantarse de las ruinas y la humillación de su país, por la derrota sufrida en la segunda Guerra Mundial, esta película les proporcionó el consuelo que venían reclamando.
1945. Un pelotón de soldados japoneses destinados en Birmania escuchan por radio la noticia de la rendición de Japón. Ya no hay nada que hacer. Es mejor rendirse. Pretender seguir con la lucha, sólo serviría para derramar más sangre inútil. Ahora, de lo que tienen que preocuparse, es de iniciar la reconstrucción de su país de origen.
Se entregan a los ingleses pero, éstos, les informan que hay un pelotón oculto en las montañas, que sigue luchando.
De entre los rendidos, mandarán un emisario para que hable con ellos y les conmine a que se rindan. Si no, abrirán fuego y será una masacre.
El elegido es un soldado, portador de un arpa birmana que toca muy bien, que utiliza como consuelo para insuflar ánimos a sus compañeros.
Pero éste fracasa en su misión. Los soldados sitiados en la montaña, no quieren saber nada de la rendición. Prefieren morir.
A su regreso de la fracasada misión, la visión de los horrores de la guerra, transformará a nuestro soldado, que encontrará una labor que hacer, mucho más valiosa, noble e importante, que el sinsentido de la guerra, que sacrifica vidas inútilmente.
Película que no pretende en absoluto plasmar con rigor ningún acontecimiento histórico, más bien al contrario. Se centra en desarrollar, a través de nuestro protagonista, la búsqueda de paz espiritual de un país sufriente que salía de una guerra, habiendo dejado por el camino a millones de muertos y que necesitaba un mensaje de construcción de paz.
Contiene algunas escenas muy emotivas y estremecedoras, llenas de lirismo, frente a otras que, a mí, me resultaron un poco infantiles, en su ingenuidad.
Aún así, creo que es un tierno y esperanzador relato. No me parece la obra maestra que dicen que es, pero se disfruta igualmente.
Izeta
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow