Esta película de John Ford no había tenido oportunidad de verla hasta ahora y la verdad, me ha dejado perplejo.
Me ha parecido una película bastante insólita en su filmografía porque nos presenta un crudo drama social en tono de comedia pero con un negro y esperpéntico humor que le aleja totalmente de otras comedias suyas, que siempre estaban bañadas de una ternura y un amor por sus personajes, que aún siendo muchas veces débiles, cobardes, alcoholizados, ignorantes o pendencieros, no podías evitar llenarte del amor que él te contagiaba hacia ellos.
Aquí, en cambio, hay otro tono.
Rodada entre " Las uvas de la ira" y " Qué verde era mi valle", aquí Ford nos presenta a una familia de granjeros del profundo Sur, en los años de la Gran Depresión. Una familia cuyos antepasados han conocido tiempos mejores, cuando el sistema económico del Sur se regía por las leyes esclavistas y se plantaba tabaco, algodón u otras cosas.
Pero ese sistema cayó y las sucesivas sequías han dejado los campos inservibles y todos los jóvenes han emigrado a las fábricas del Norte. Sólo unos cuántos se niegan a marchar, entre ellos nuestro héroe, un anciano perezoso, pícaro y semisalvaje, que aunque vive en míseras condiciones, vive apegado a su terruño y nada le puede arrancar de allí.
Nos cuentan las tribulaciones de esta familia que se encuentra al borde del desahucio por no poder pagar la renta y los intentos del viejo por conseguir 100 dólares, que significan la diferencia entre su libertad o el asilo de pobres.
Arriba he dicho que me he quedado perplejo, por los diálogos que escuché en toda la cinta. Unos diálogos llenos de gags ( muchos de ellos buenísimos), pero con un humor negro y cruel que te congela la sonrisa y que no me esperaba en este director.
Una familia asilvestrada, endogámica, analfabeta y violenta, desde luego la caricatura que hace del profundo Sur no es nada amable, sin embargo, tiene momentos muy graciosos.
También hay muchos gags visuales. Algunos parecen de slapstick y el ritmo es acelerado con momentos que parecen del cine mudo.
Pero también tenemos al Ford clásico. Hay un montón de escenas, sobre todo en el tercio final, que pertenecen al Ford poético. Todas esas escenas de la tierra recortada contra el cielo, las hojas barridas por el viento, el viejo y el perro reclinados en el porche... Ahí sí está el Ford que conocemos.
Por eso aviso. Esta película no es nada desdeñable ni muchísimo menos. Quizá no sea una de las Grandes, pero eso no significa nada. Tenemos un drama social terrible, bañado con un humor por momentos cruel, pero muy divertida.
Esta película fue un fracaso de taquilla en su momento. Entiendo que a sus seguidores no les hiciera ninguna gracia el retrato que había hecho de los granjeros del Sur. No aplicó la bondad y complacencia que aplicaba habitualmente. Pero creo que los jóvenes de hoy día, más habituados a este humor, podrían apreciarla en lo que vale.
Verla atentamente. Luego hablamos de las familias desestructuradas de hoy. Como si antes no hubiera casos mucho peores.
Gene Tierney hace el papel de una de las hijas. Sólo pronuncia dos palabras, pero está guapísima como siempre. A partir de aquí, su carrera despegaría como un meteoro.