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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
10
Cine negro. Intriga. Drama Frank Jessup es un enfermero de urgencias que acude a una mansión para atender a la señora Tremayne que, según parece, ha intentado suicidarse. Sin embargo él sospecha que en realidad alguien ha intentado asesinarla. Allí conoce también a Diane, la hijastra de la señora Tremayne, una joven delicada, sensual y un tanto inestable, ante la que cae rendido inmediatamente. (FILMAFFINITY)
29 de enero de 2019
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una gran obra representativa del fascinante género negro, de la mano de otro de los grandes directores de la Historia. Otto Preminger es un maestro, autor entre otras, de la fascinante " Laura", el soberbio drama judicial " Anatomía de un asesinato", o el estupendo drama político " Tempestad sobre Washington". Ésto, por citar sólo algunas y si no, echen un vistazo a su filmografía repleta de títulos interesantes que nos confirman que estamos ante otro genio del cine.
Ésta en concreto, nos ofrece una de las cintas características del género. Hombre encoñado atrapado en las garras de una mantis religiosa, quién aunque la ve venir de lejos, no llega a comprender la enorme toxicidad que desprenden estos seres y que, movido por la compasión que le despierta el desequilibrado personaje femenino con "cara de ángel", la infravalora.
Soberbiamente contada, con precisión y garra, el director no se anda con chiquitas. Sólo por el arranque de la película ya sabemos que estamos ante un film rotundo, donde en los tres primeros minutos de la película, antes de que el espectador se haya acomodado en su butaca, el director ya nos introduce de lleno en la cuestión, presentándonos a los personajes y el argumento y poniéndonos sobre aviso, encendiendo todas las alarmas acerca del peligro en el cual nuestro protagonista ( Robert Mitchum ), está a punto de caer. La tensión está servida.
Viendo estos arranques y esta forma de contar la película ( economía narrativa la llamaban), uno no puede menos que suspirar acerca de qué hemos ganado actualmente con las narraciones actuales que precisan dos horas más de metraje para contar lo mismo, metiendo eso sí, cantidad de conversaciones anodinas y prescindibles, junto con un montón de escenas cotidianas para tratar de dar ¿sensación de realismo?, al film.
No. A los clásicos no les preocupaba el "realismo". Ellos se conformaban con argumentos verosímiles, que dieran apariencia de realidad, mientras tuvieran guiones certeros con diálogos precisos y contundentes y jamás perdían el tiempo en tratar de contar algo que podía ser explicado en imágenes.
Cine de atmósfera, de tensión, de miradas y gestos y diálogos rápidos y cínicos. ¿ A qué perder el tiempo?.
Siéntense y disfruten de esta joya. No se arrepentirán.
Izeta
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