Es extraño, caprichoso e imprevisible el cauce que puede tomar una relación amorosa y el ritmo al que se desarrolla, puesto que depende se muchos factores; la situción en la que se encuentran los componentes, el lugar y momento exacto en que se encunetran por primera vez y la manera en que se llevan a cabo esos encuentros, la profundidad y autenticidad de los sentimientos y la pasión que los mueve y hace que se junten o se separen, y la posibilidad de que esa relación dure, sea fructífera y permita vivir feliz y amado por la otra persona. Todo estos factores son más importantes cuando, en lugar de ser una pareja, se trata de un triángulo amoroso unido por uno de sus vértices. En ellos normalmente el vértice de unión entre los otros dos componentes es un hombre casado o mujer casada, que tiene por un lado a su respectiva pareja dentro del matrimonio, y que fuera de él se ve o mantiene una aventura amorosa con su amante. Y este triángulo sólo tiene como punto de conexión de sus lados un vértice, porque éste procura que cada uno tenga el menor conocimiento de la existencia del otro, sobre todo tratándose del esposo o de la esposa, pues la unión con él o ella es la más seria y con perspectiva de futuro, mientras que los lazos de la pasión, la atracción y el amor por el o la amante pueden ser pasajeros y llegar a destruir, si salen a la luz, la estabilidad familiar y personal.
Frédéric es un abogado joven y exitoso que vive desde hace tres años en un matrimonio feliz con Hélene, profesora de inglés, con la que tiene una hijita llamada Ariane y otro hijo en camino. En su relación niniguno pone en duda la fidelidad del otro, ni han tenido tentativas ni razones para suponer lo contrario. Hasta que un día, al llegar a su oficina, Fréderic se reencuntra con una antigua amiga a la que llevaba mucho tiempo sin ver, Chloé. Al principio él siente cierta alegría por verla y ella le pide algunos favores. Con el paso de los meses y de los momentos juntos, su relación se hace más cercana e íntima (sin saberlo Héléne), movida por lo atraído que se siente él hacia Chloé. Sin embargo, cuando ella le confiesa que se ha enamorado de él, Frédéric no está dispuesto a quebar ni a arriesgar el amor, la seguridad y el cariño que le proporciona su matrimonio con Hélene.
Lo califico como pseudotriángulo amoroso porque uno de sus lados, aún correspondido de cierta manera era unilateral, algo bastante interesante y que pocas veces he podido ver en una película. Ello me hace querer analizar un poco más en profundidad a ambos personajes:
Continuo en el spoiler