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Voto de harryhausenn:
6
Drama Toni es una chica de 11 años de Cincinnati que entrena duro en el gimnasio, hasta que un día le ofrecen la oportunidad de participar en un grupo de baile. Mientras ella se esfuerza por encajar en ese nuevo mundo, de repente empiezan a sucederse una serie de desmayos y otros ataques violentos que afectan al grupo de bailarinas.
11 de enero de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Toni es una niña de once años que dedica sus tardes al boxeo. Aunque ella, en realidad, quiere ser bailarina de drill. Para tal fin su tenacidad se convertirá en su principal aliada, sin embargo, esta disciplina requiere unos atributos y unas aptitudes que el cuerpo de la joven deberá asimilar al mismo tiempo que las chicas de la compañía comienzan a enfermar una tras otra.

El debut de la joven directora Anne Rose Holmer es una oda a la identidad propia. Toda la película gira en torno al cuerpo de la protagonista. Toni es una chica poco sociable que sólo parece relacionare con su hermano, con quien boxea, sin contacto alguno con el resto de niñas. Hasta que un día cecide mezclarse con ellas en las audiciones para el grupo de baile. Toni a duras penas puede deshacerse de sus movimientos toscos y mecánicos, casi masculinos, al ejecutar una rutina de danza. Y de pronto no sólo es capaz de realizarla sino que además adapta los pasos a su propio estilo, fascinando a sus compañeras. Una niña que no necesita seguir los clichés femeninos que le imponen: sean los pendientes que se le infectan o el esmalte de uñas dorado. Aunque el resto de compañeras la tachen de marimacho, ahí precisamente reside su autenticidad y por tanto, su triunfo.

En apenas hora y cuarto la directora crea un espacio fascinante, el gimnasio, del que no saldremos jamás. No sabemos ni dónde viven los personajes, ni cómo son sus padres, ni qué tal se les da el colegio. Poco importa. Holmer insiste en centrarse únicamente en el cuerpo de Toni rompiendo cualquier estereotipo de género o raza. Técnicamente nos brinda una película impecable aunque varios cabos queden por atar, principalmente la misteriosa enfermedad que da título a la cinta. Las convulsiones (fits).


La directora parece utilizar estos espasmos como Mcguffin, pero dado el momento en que vivimos, no se pueden ignorar los paralelismos con la realidad de las mujeres negras. Son quienes deben hacer frente a un mayor número de trabas sociales, más que cualquier hombre o mujer. Holmer parece llamar a una coordinación de movimientos en la lucha social a todas ellas, en esa fantástica coreografía, siendo quienes bajen la guardia, se resignen o se acomoden quienes primero enfermen. La sonrisa final de Toni parece indicar que la lucha será larga y dura, pero que la victoria llegará tarde o temprano.
harryhausenn
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