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Voto de harryhausenn:
6
Drama Petra no sabe quién es su padre, se lo han ocultado a lo largo de su vida. Tras la muerte de su madre inicia una búsqueda que le conduce a Jaume, un célebre artista plástico poderoso y despiadado. En su camino por conocer la verdad, Petra también entra en contacto con Lucas, hijo de Jaume, y Marisa, esposa de Jaume y madre de Lucas. A partir de ese momento, la historia de estos personajes se va entretejiendo en una espiral de maldad, ... [+]
29 de octubre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jaime Rosales es uno de los autores más interesantes del cine español actual. Sus películas siempre cuentan con una técnica atípica que convierten el estilo del cineasta en una experiencia estimulante. Petra es quizás su película más convencional y pese a ello, Rosales deja su huella readaptando la dirección para que el relato no caiga en la banalidad ni se vea eclipsado, por primera vez en su filmografía, por un reparto de renombre.

Petra es una artista en prácticas en el taller de su ídolo. Pero no es el arte lo que la trae ante él, sino la verdad de un pasado nunca antes contado. Cada revelación desatará una maldición que perseguirá a los personajes. El destino acecha a cada uno de ellos, que intentan tanto huír de él como pararlo, de forma inútil. Se trata de una película en la que resuenan los ecos griegos de tragedia y se mezclan con un regusto romántico en esos títulos que aparecen contándonos lo que ocurrirá en cada capítulo de la obra.

Pero Rosales retuerce el convecionalismo narrativo para presentarnos la historia de manera desordenada, despertando así nuestra curiosidad. El origen del relato aparece cual flashback transitorio de la acción. El desenlace se anuncia en la segunda mitad del metraje para terminar contándonos cómo hemos llegado hasta allí. Licencias en principio simples que sin embargo, elevan la calidad del producto precisamente por su eficacia. Además Rosales vuelve a recorrer con la cámara los escenarios, dejando que los diálogos continuen fuera de plano, encontrándose con la acción para luego abandonarla, como si el entorno fuera más importante, como si el encuentro del espectador con el relato fuera casual, momentáneo, pasajero.

El gran problema de Petra es que le viene pequeña a su director. En los últimos quince años Rosales ha tocado temas mucho más interesantes y controvertidos de manera mucho más transgresora. Las horas del día narraba la aburrida vida de un comerciante cuya única motivación era matar gente, en la escena del primer crimen, la figura del taxista aparece como homenaje al horrible crimen de No matarás de Kieslowski, obra maestra del cine político. Rosales en su debut ya se atrevía a intentar encontrar el origen de la violencia al igual que el cineasta polaco, y aunque alguien en algún momento sea capaz de llegar a los niveles de No matarás parece inconcebible, al menos los referentes hacia quienes apuntaba Rosales quedaron claros desde el primer momento.

La soledad y Tiro en la cabeza giraban en torno al terrorismo de dos maneras distintas: La primera, centrándose en el dolor de las víctimas siguiendo una técnica de pantalla partida. La segunda, sin diálogos, siguiendo cual periodista de incógnito las rutinas diarias de un terrorista, volviendo a readaptar la idea de su debut. Sueño y silencio es quizás su película más poética, rescatando el tema del luto y, como su nombre indica, prescindiendo de dialogos para centrarse en crear imágenes oníricas que eran capaces de extraer la belleza que subyace en el dolor. Hermosa juventud se acercaba al documental retratando a una juventud proletaria de inmigrantes en un sistema europeo cruel; además la película integraba las nuevas tecnologías en su relato de manera sobresaliente.

Todo esto para compararlo con Petra. Una familia burguesa catalana y la búsqueda de un padre: lejos, muy lejos del compromiso, de la política, de la denuncia del cine de Rosales, y por tanto, del interés. No hay nada malo que se le pueda tachar a la película, todo está impecablemente dirigido, escrito, recitado y montado. Desgraciadamente, la sensación de pegote en la filmografía de Rosales es difícil de borrar. Petra es una buena película, pese a todo. Simplemente hubiéramos preferido que viniera firmada por otro director, queremos que Rosales nos cuente otro tipo de historias, pues pocos cineastas españoles lo hacen.

hommecinema.blogspot.fr
harryhausenn
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