Haz click aquí para copiar la URL
Voto de harryhausenn:
7
Drama En junio de 1971 The New York Times y The Washington Post tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte del gobierno, que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. En ese momento, Katherine Graham (Meryl Streep), primera mujer editora del Post, y el director Ben Bradlee (Tom Hanks) intentaban ... [+]
27 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El principal atractivo de The post es la reivindicación de la figura femenina, algo poco habitual en el cine de Spielberg. No en vano, esta es tan solo la tercera vez en su carrera (tras Loca evasión y El color púrpura) que una actriz lleva la voz cantante en una de sus películas. Se beneficia Spielberg de la frescura que supone para su cine el texto de la guionista Liz Hannah, todo un soplo de aire fresco al estilo académico del director. No olvidemos que este hombre revolucionó con Tiburón el mundo de los blockbusters y por ello la industria cinematográfica se restructuró en su día siguiendo sus patrones. Spielberg no sigue el estilo académico, es más bien al revés.

Las mujeres ya no son un personaje plano sin evolución, por una vez el director decide de poner la atención sobre una actriz cuyo intachable registro enriquece el desarrollo del personaje principal. Quién podría realizar tal tarea sino la mismísima Meryl Streep. En su papel de Kay Graham, propietaria del Washington Post, encarna a un personaje dubitativo y temeroso que ha de hacer frente a una élite machista que apenas le permite expresarse más allá de las fiestas en su mansión. El cambio de mentalidad del personaje ocurre sin que la película se deshaga en falsos elogios hacia su figura.

No es una heroína implacable y determinada. Al contrario, en ningún momento se intenta esconder que Kay Graham pertenecía a una élite acomodada cuya amistad con altos mandos del gobierno legitimaba su status. Cuando la libertad de prensa se ve atacada, su primera preocupación son las finanzas de su reciente salida a Bolsa. La clave para que se posicione del lado de los derechos fundamentales es puramente personal: la traición de su amigo Robert Mcnamara, Secretario de Defensa, que dejó que el hijo de Kay Graham fuera a Vietnam sabiendo que la guerra ya estaba perdida.

La valentía de la mujer, cuando asume su poder y toma las riendas de la situación, sale a flote en la escena más llamativa de la película. Sola en su despacho, vemos a Streep pegada al auricular de su teléfono en una conferencia múltiple tanto con sus editores como con sus accionistas. Mientras intenta encontrar la decisión correcta, se suceden cortes de las personas al otro lado de la línea. Cada personaje aparece solo en la pantalla, en un primer plano, mirando hacia el punto en el que aparecerá Meryl Streep en el siguiente plano, cambiando sus posiciones a medida que la cámara sobrevuela por encima de la actriz. Spielberg transforma la falta de acción en dinamismo con su saber hacer tras la cámara.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
harryhausenn
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow