No son muy frecuentes las películas que resultan más ricas por la crítica que se puede hacer de ellas, que por sus propias virtudes. Bien, "Eye in the Sky" es una de ellas. De entrada nomás, un poco me ha decepcionado la baja calidad actoral del elenco, siendo que el cine, t.v. y y el legendario teatro inglés (con Helen Mirren incluída), son de los mejores del mundo, mientras aquí las actuaciones acompañan con forzada -y hasta ridícula- congoja un dilema entre existencial, legal, ético y de legitimidad al límite de lo posible. Lisa y llanamente, el sentimiento de culpa que se transmite ni es creíble ni está bien resuelto. Y ní que hablar de que su enfoque guarde asidero con la realidad...
El terrorismo, además de ocasionar desastres humanos y materiales, tiene la miserable virtud de promover la discusión sobre la compleja legitimidad que conlleva extralimitar las fronteras de valores histórico-culturales de las civilizaciones que habitan el planeta. Y me refiero a todas, no solo la occidental o las del Lejano Oriente, Africa, etc.; ya que el mismo Islam, conformado por una enorme mayoría de personas "normales", es contrario a las acciones de aquellos para los cuales el fin justifica los medios.
Ahora bien, como el tema central de la película se basa en el dilema de actuar o no actuar "legal y preventivamente" contra una potencial amenaza terrorista, mientras se está condicionado por los eventuales y trágicos daños colaterales, ello atenta contra el timming de la acción en sí, ralentandola indefectiblemente por la necesidad de dar lugar a disquisiciones legalistas, filosóficas, humanitarias, etc. O para decirlo "musicalmente", "Eye in the Sky" es un film en el que se ha pretendido interpretar un "presto" al mismo tiempo que un "adagio". Y ello "nunca suena bien". Tampoco asombra tanto por toda la parafernalia tecnológica que exhibe (no fuera a ser que alguien olvide que los gendarmes mundiales son muy poderosos), dado que que hoy por hoy, hasta los niños de kindergarten están familiarizados con ese despliegue mediante los videojuegos de Playstation, Wi, etc. Ergo: nada nuevo bajo el sol.

¿Es una mala película? No. Es más o menos entretenida, trata un tema de acuciante actualidad y genera tensión expectante, pero plantea un galimatias conceptual que no tiene correlato con la historia de la guerra. Y tampoco termina por ser completamente una película de acción bélica anti terrorista. Ni una seria reflexión sobre la subversión de valores éticos y legales, a los que por imperiosa necesidad de autodefensa individual y colectiva está llevando al mundo la iniquidad del enemigo.

En síntesis: aunque como producto cinematográfico no está del todo bien resuelto, se puede ver. Y es útil para estimular la elaboración de una crítica sobre ella.