Pues el único puntito de originalidad es el escenario, que es el oeste americano, en la época de Custer, indios, caballería y colonos, pero tampoco se complican... unos caballos, un par de indios, y poco más, todo para acabar con el tema visto y revisto de los bichejos que matan, descuartizan, se comen o hacen lo que sea con los pobrecitos humanos.

Después de esos cuatro renglones, ya uno sabe lo que va a ver, pero añadir que resulta entretenida, sobre todo la última media hora, aunque lamentablemente, no llega a resulta interesante, ya que no se explica de donde salen los bichitos (sí, que son muy antiguo, vale...), ni en que trabajan, ni como se desplazan varios kilometros para aparecer donde sea...

Bueno, que es pasable, medianamente entretenida, pero sin nada meritorio.

Wolf.