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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
8
Bélico. Drama Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Forzado a unirse al ejército japonés durante la contienda, Kaji es enviado a Manchuria. Allí entabla amistad con un soldado que simpatiza con el comunismo. Tras una breve visita de su esposa, Kaji es enviado con su unidad al campo de batalla, del que muchos de sus compañeros nunca regresarán. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta segunda parte de la odisea de Kaji, nuestro colega pasa de la justicia a la supervivencia. Todo lo que arrastraba desde el primer tercio de historia con la injusticia hacia los chinos, intenta aplicarlo aquí al ver la injusticia hacia sus colegas del ejército pero la situación lo supera de una manera que lo va derivando en la necesidad básica de sobrevivir. Así el protagonista transitará un nuevo camino guiado por su rebeldía y sus ganas de conseguir justicia, pero sin saberlo terminará descubriendo que lo único que importa en la guerra es no morir. No caben dudas que Kaji no sería Kaji sin la actuación de Nakadai que le aporta todos los estados de ánimo imaginables.

La mirada de Kobayashi sigue siendo totalmente antipatriota pero ahora se concentra en una crítica al maltrato interno, es decir, a los abusos sufridos por los soldados durante su entrenamiento. Lo que en "No hay amor más grande" era una mirada desde afuera, desde el lado del enemigo; aquí se transforma en una mirada desde adentro, desde los propios japoneses.

Y al final del metraje expone todo el asco de la guerra y el servicio militar en escenas bélicas que si bien técnicamente -sobre todo en sonido- son bastante precarias, son impecables en cuanto a montaje y funcionan igual que cualquiera de "Rescatando al soldado Ryan" (Steven Spielberg, 1998) o de "Nacido para matar" (Stanley Kubrick, 1987), porque lo importante es la potencia y la expresividad de Nakadai entre todo ese festín de balas perdidas.

Kobayashi deja un par de escenas para el recuerdo. Una de las mejores es esa escena de amor que bien podría ser la última de esta pareja, donde él quiere verla por última vez para no olvidar su cuerpo tal cual es. El suicidio de uno de los soldados es otro momento imponente, implica el rendirse no ante el enemigo sino ante los propios compañeros. Y la otra secuencia impecable es la del pantano donde Kaji intenta ayudar su "enemigo". Esta vez es de destacar también que el director maneja mejor el relato y logra que el denso metraje se sienta menos que en su antecesora, pese a ser más larga.

Lo mejor: la historia es más interesante, se va adentrando más en la guerra y va dejando de lado lo colateral.
Lo peor: la forma en que Kaji se deja tratar por algunos soldados no tiene mayor justificación.
Ketty Analfer D
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