El argumento de esta serie está claramente proyectado por un judío estadounidense (o por más de uno), pero ello hace tan parcial su argumentación (incluso con las típicas disculpas de "moderno" hacia los miembros del ejército nazi) como sobresaliente su narración.

Ambientación de libro, ritmo aceptable, interés en alza y caracterización inmaculada son los pilares sobre los que se apoya esta miniserie en la que, cuyos protagonistas, tradicionalmente actores secundones, salen la mar de airosos.

Entretenida, concienzuda y mimada. Una jugosa obra de orfebrería que, sin embargo, no engacha al espectador que no ama el cine bélico.

Buena. 7,5.