Y no por su contenido, que es lo de menos. Quién más quién menos sabe de sobra que la diferencia entre Rio de Janeiro y cualquier lugar de España es que aquí te sumerges en un suburbio y te roban la cartera, allí te sumerges en una favela y tras dispararte te sacan la cartera del bolsillo y se van, mientras mueres.
Esto sale en las noticias, lo cuentan los nativos,... no es nada nuevo lo de Meirelles.

Lo realmente bueno del film es que pueda contarse todo este rollo y uno se entretenga a más no poder, se vea identíficado con los personajes, sean ellos de lo más naturales y de lo más creíbles (siendo, los protagonistas, actores, no gentes reales).
Visualmente, un gran film. Musicalmente, un gran film. Todo queda claro y conciso en una trama en la que no hay "buenos" ni "malos" hay situaciones y gente con más o menos suerte. Pero, sobretodo, hay mucho instinto.
Si a un preso le das la llave de su celda, escapará sólo si sabe que está encerrado, esa es la diferencia entre Buscapé y Ze Pequeño. Uno es consciente de su situación mientras que el otro la sufre en silencio.

Mención especial para un Seu Jorge que se está intentando labrar una carrera gracias al empujón Meirelles y Lund. Actor polivalente donde los haya.