Al final, la mala es descubierta, la chica "sensitiva" muere de su dolencia cardíaca (reuniéndose en el más allá con el ángel Frakes, que resulta ser su padre) y la difunta novia ocupa su cuerpo "por un tiempo" y se enrolla con su chico. Hasta ahí bien, hasta con cierto puntillo de sorpresa el final, el problema es cuando segundos después nos plantan una escena en la que Frakes estipula de cuánto tiempo estamos hablando. No necesitaba saber eso. En la vida todos sabemos que vamos a morir, pero no nos hace falta saber el cuándo. Podrían haber cortado esa escena y dejar a la imaginación el tiempo que la pareja va a poder vivir junta, pero no, "un día después de volver del viaje" es el límite. Gracias, Rob Hedden.

Por otro lado, ¿acaso nadie piensa en el pobre chico? Para Frakes la peli termina bien, ya que se reune con su hija. Para la médium también, ya que palma pero estaba condenada a hacerlo y se reencuentra con su amado padre. Y también para la novia, que consigue unos meses de vida de prórroga para vivirlos al lado de la persona a la que ama (¡qué bonito!). ¿Pero y el chico? Empieza la película perdiendo una novia y la termina consiguiendo otra novia que se morirá al cabo de unos meses. ¿Se supone que su final feliz llegará cuando la palme y se reencuentre con sus seres queridos? Pues vaya.