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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Intriga. Thriller Tony Wendice (Ray Milland), un frío y calculador tenista retirado, planea asesinar a su bella y rica esposa (Grace Kelly) porque sospecha que le es infiel, pero sobre todo porque desea heredar su gran fortuna. Para llevar a cabo su plan, chantajea a un antiguo compañero de universidad y lo convence para que, en su ausencia, entre en la casa y mate a su mujer. (FILMAFFINITY)
16 de julio de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los hombres con calculados impulsos criminales, actúan con la certeza de que, en el juego del delito, sólo participan ellos, sus víctimas… y si de pronto están de malas, también la policía. Con tales participantes, no es difícil asumir el riesgo, pues, es tan marcada y consabida la limitación humana, que se tiene la confianza de que nadie sabrá nunca cómo se hizo lo que se hizo.

Pero, es indefectible que quede siempre un cabo suelto, y en ello actúan las fuerzas del universo. Es ley existencial: “La impunidad no existe”. No puedes ver que te ven, pero siempre estás siendo visto. El universo evoluciona, pero no se creó por simple arremolinamiento de energía, venida de la nada, como presupone la teoría evolucionista, sino por un poder tan grande y sabio, que todo, absolutamente todo, está bajo su control.

La película del director, Alfred Hitchcock, <<CRIMEN PERFECTO>>, funciona de maravilla como un puzzle finamente trazado en el que, un viejo zorro que ha descubierto que su preciosa esposa le es infiel, planea asesinarla valiéndose de un viejo conocido, el cual carga con un pasado suficientemente turbio como para poder tomarlo por su cuenta.

Tony Wendice, el marido de marras, describe con detalle su perfecto plan a la avispa que atrapó en su fina telaraña, y uno siente que por fin asistirá al, tantas veces pretendido: ¡crimen perfecto!

La trama es de férrea estructura y, Hitchcock, la sostiene en un alto clímax, no obstante que se desarrolla prácticamente en un apartamento y con sólo cinco personajes haciendo su juego. Los diálogos contienen elegancia, agudeza y una grata fluidez, y no podemos menos que hacer reconocimiento a, Frederick Knott, autor de la obra teatral y del guion cinematográfico.

Encomiable, también, la altura que mantienen todos los personajes en el manejo de las situaciones en que se involucran o en las que resuelven. Excepto en la escena del asalto, no hay lugar para puñetazos ni para otras manifestaciones de violencia y todo se maneja a la mejor usanza inglesa: Un pacto de caballeros.

Ray Milland, consigue aquí otra intachable caracterización como el hombre que quiere cobrar venganza mientras, de paso, se premia con una buena suma de libras esterlinas. Y la siempre exquisita, Grace Kelly, también da la medida como la chica subestimada, pero, con más valor del que puede imaginarse.

Un claro error de continuidad -que no contaremos para que también ustedes jueguen a los detectives– podría empañar la cuidada elaboración de este filme, pero, es tal su altura y su eficacia como trama detectivesca, que no escatimaremos en concederle la máxima calificación.

Título para Latinoamérica: LA LLAMADA FATAL
Luis Guillermo Cardona
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