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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Comedia Ollie y Stanley marchan hacia tierras escocesas en busca de fortuna. Lo que allí les lleva no es otra cosa que una herencia de Stan, aquí apellidado MacLaurel. Pero, hete aquí, que cuando recibe la herencia todos sus anhelos se frustran: el montante consiste en unas gafas y una pitillera. Así las cosas, la pareja se enrola en las fuerzas de Su Majestad para luchar en las fronteras de la India. (FILMAFFINITY)
23 de febrero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stanley MacLaurel y Oliver Norvelle Hardy, son un par de pícaros americanos que se fugaron de una cárcel y se colaron como polizones en un barco de ganado, sólo para llegar hasta Escocia a donde fueron llamados para recibir la herencia de un pariente que se murió de tristeza porque su hijo se casó con una chica de la farándula. También, la linda nieta Lorna MacLaurel, está incluída en el testamento y, de un lado habrá frustración y del otro una esperanza sin mucho anhelo… porque implica un viaje a la India en conflicto.

Pero, el universo cada tanto ayuda para que las cosas tengan que darse, y así, Lorna pisará suelo indio para estar con el coronel Greg MacGregor –leal a su corazón y administrador de su parte hasta que ella alcance la mayoría de edad-; y Allan, su enamorado, marchará junto a Stan y Ollie quienes se han enrolado en el ejército cuando aspiraban a otra cosa… y son enviados derecho a la India.

“DOS FUSILEROS SIN BALAS” es una atractiva comedia, con un ritmo equilibrado, una historia bien planteada en la que abundan los gratos momentos, una que otra lección de merecida observancia, y algunas escenas bastante divertidas. El romance alterno funciona como intento de manipulación de una chica enamorada para defender intereses egoístas de otra “dama”, pero, en general, uno se la pasa muy entretenido con todo lo que sucede.

Es indudable que el flaco Laurel se roba el show con sus siempre frescas salidas, pero también es de grata presencia el siempre irascible James Finlayson, quien hace aquí de sargento “Morrotieso”.

Siento que, “FUSILEROS SIN BALAS”, puede sumarse a las buenas comedias que nos legó, con su eterno encanto, esa pareja que permanecerá para siempre entre los buenos recuerdos de todo aquel que les haya conocido.

El director James W. Horne, logró una atractiva realización y una esmerada aventura pese al austero presupuesto, y me resulta, una vez más, como uno de los que mejor dirigió a los encantadores comediantes. "Big Business" y "Laurel y Hardy en el oeste" lo confirman.
Luis Guillermo Cardona
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