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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Drama Un escritor que escribe un libro sobre el antisemitismo decide hacerse pasar por judío. Esta experiencia le será muy útil: nunca había imaginado que fueran tantas las dificultades que tiene que afrontar una persona judía. También le resultará muy instructivo observar cómo reaccionan sus amigos y compañeros de trabajo cuando se enteran de su origen semita. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2013
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La discriminación es una actitud de rechazo, exclusión o incluso maltrato, contra cualquier persona en razón de su género, raza, nacionalidad, condición social, orientación sexual, religión, discapacidad o cualquiera otra condición que tan solo la haga diferente. En resumen, es toda violación que se asume contra la igualdad de derechos de las personas. En tal sentido, la discriminación es por sobre todo un acto de ignorancia e intemperancia, porque se tiende a meter en el mismo saco a todas las personas de cierta característica o pertenencia, por la improcedencia de unas cuantas. Pues tan absurdo es creer que todas las personas por el simple hecho de ser negras, judías, homosexuales o de tal o cual nacionalidad son malas o abominables, como creer que el simple hecho de ser blanco, cristiano o europeo te hace digno.
La razón reclama que, en ambos casos, se debe ver más allá de estas particularidades para poder reconocer las buenas cualidades que pueda haber en cada ser humano, pues bien factible es equivocarse con los primeros, como con los segundos.

Encuentro maravillosa la película “LA BARRERA INVISIBLE”, porque -partiendo del antisemitismo que seguía imperando en los propios EEUU, aunque tan solo dos años atrás se acababa de derrotar al fascismo que agitaba la misma bandera- habla con gran profundidad acerca de la discriminación en razón de una causal cualquiera. La historia, brillantemente adaptada por Moss Hart (“Vive como quieras”, “Aquí durmió George Washington”...), basada en el exitoso libro de Laura Z. Hobson (1900-1986) una socialista hija de inmigrantes judíos que sufrió en carne propia toda suerte de improperios, sirve con marcada altura y dignidad, al esclarecimiento de los falsos pilares sobre los que se apoya cualquier acto discriminatorio.

El director Elia Kazan -quien se llevaría consigo un merecidísimo premio Oscar-, hace un filme de gran sobriedad, sin espacio para el sensacionalismo de ningún tipo, sin despertar sentimientos de odio o de venganza contra persona alguna, y con los más simples detalles e intachables argumentos, deja profundamente sentado un álgido problema que sigue causando graves daños morales y muchas veces físicos a incontables personas.

Valientes y muy sobrias actuaciones de Gregory Peck y Dorothy McGuire, consolidan un filme que deja sentado que “la igualdad y la libertad son la única opción para conservar la integridad del hombre y de cualquier nación”.

Esto es cine con el sello de la trascendencia.

Título para Latinoamérica: “LA LUZ ES PARA TODOS”
Luis Guillermo Cardona
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