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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama En los años 20, la futura escritora norteamericana Lillian Hellman conoce a Julia, la hija de una acaudalada familia escocesa. Entre ellas surge una profunda amistad, pero se ven obligadas a separarse en plena adolescencia. Mientras Julia se va a estudiar a Oxford y posteriormente a Viena, donde es discípula de Freud, Lily se convierte en una famosa escritora, pero añora la amistad de Julia, por lo que decide ir a visitarla a Viena. ... [+]
19 de marzo de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En sus años de adolescencia, quizás sea Julia (nombre que de seguro cambió al momento de escribir “Pentimento”, en el año 1974) la persona que más influyó en la vida de la escritora estadounidense Lillian Hellman. Su amistad desde los 18 años, fue profunda, sincera, solidaria, y mucho tuvo que ver Julia -como luego su compañero de luchas y de alcoba por 30 años, el memorable escritor Dashiell Hammett- en la posición antifascista que animó siempre a la autora de “The children’s hour”, “The little foxes” y “Watch of the Rhine”, obras que ya han asegurado su nombre para la posteridad.

En el tercer capítulo de “Pentimento”, tras haberse referido a la prima Bethe y a su tío Willy, Hellman recuerda a su amiga Julia, en momentos (1937) en que planea viajar a Moscú donde fue invitada al Festival de Teatro. Ya había escrito sobre este viaje, pero ahora se ha animado a contarnos lo que hizo en favor de la resistencia antifascista, cuando al emprender el viaje desde París, lo hizo pasando por Berlín, en vez de Viena, como había planeado en principio.

Da tanto gusto leer esta historia, como ver la estupenda adaptación que, con guión de Alvin Sargent, realizara el director Fred Zinnemann. Para empezar, “JULIA” ha contado con dos actrices comprometidas que complacían plenamente a la autora: Jane Fonda y Vanessa Redgrave, dos de las valientes estrellas que contribuyeron a dignificar la imagen de la mujer en el cine, además de ser dos profesionales de primera línea que enaltecieron el arte y dieron gloria a la actuación.

Jane Fonda es Lillian Hellman, y su caracterización es magnífica al dar cuenta de un ser humano con vacíos y debilidades, con profundos temores y ansiedades, a quien solo la amistad y el deseo de servir a una buena causa, la impelen a asumir el reto que se le presenta. Su personaje es contenido, amoroso y, para satisfacción de la justicia del mundo, adorablemente consecuente. En un rol más pequeño, pero de gran significado, Vanessa Redgrave, como Julia, es la hija de una familia muy rica de la que repugna, y radicada en Viena, donde se hizo alumna de Sigmund Freud, está ahora en las filas de la resistencia contra el nazismo que comienza a tomar fuerza en Europa. Su rol es equilibrado, sereno y cauteloso, y ella lo adorna con su singular belleza y con ese aire de mujer segura y de fuerte carácter que la caracterizó siempre.

Con ellas, tendrá lugar un canto a la amistad, una cálida remembranza de los lindos tiempos vividos, y una elegía al sacrificio que a veces representa el compromiso social. Todo esto, lo borda Zinnemann con imágenes impecables, con una edición tan cuidada que es casi imperceptible y con un fuerte aire romántico y de añoranza, que se complementará en la secuencia del viaje, con un clima de suspenso excelentemente manejado.

Necesario mencionar la presencia de Jason Robards como Dashiell Hammett, celebrado autor de “El halcón maltés” y “El hombre delgado” que, en la vida real -como en el filme-, fue para Lillian Hellman apoyo moral, intelectual y afectivo, hasta que la vida le permitió el último respiro. Grato ver también a Maximilian Schell en su breve aparición como Johan el mensajero. Y también tendremos a la pronto gran actriz, Meryl Streep, haciendo aquí su debut cinematográfico.

“El amor hace a la gente valiente”, escribió Lillian Hellman en algún párrafo de “Pentimento”. Y fue lo que ocurrió con ella, siendo la manera como pudo eternizar la sólida y maravillosa relación que mantuvo con su amiga Julia y con su pareja Hammett.

Creo que puedo decirlo: Conocer la obra de Lillian Hellman te hará pasar momentos inolvidables… y es bien probable que, como persona, te haga un poco mejor.
Luis Guillermo Cardona
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