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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama En la Roma de la posguerra, dominada por la miseria y el desempleo, dos jóvenes limpiabotas sueñan con comprarse un caballo. La única forma de conseguir el dinero necesario es trapichear en el mercado negro, pero los muchachos intentan en todo momento no ser detenidos. (FILMAFFINITY)
23 de mayo de 2012
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imposible negar los grandes valores narrativos, estéticos y sociológicos aportados por el cine Neorrealista. Eran de gran peso, numerosos y muy complejos los problemas que, tras las infamias de la guerra, seguía afrontando la población civil. ¿Cómo no denunciarlos?, ¿Cómo no mostrarle al mundo la manera como los detentores del poder seguían agrediendo y abusando de los ancianos, mujeres y niños, muchos de los cuales habían ya perdido todo lo material que poseían?, ¿Cómo no contar el enorme sufrimiento y la negación de toda oportunidad que padecían los niños que sobrevivieron al conflicto?…

Con estas premisas, el cine se enorgullece de contar en sus anales con obras de enorme significado como: “Ossessione” de Luchino Visconti, “Ladri di Biciclette” y “Umberto D.” de Vittorio de Sica, “La Strada” de Federico Fellini, y muchas otras creaciones de directores como, Roberto Rossellini, Alberto Lattuada, Carlo Lizzani, Giuseppe di Santis y otros tantos.

Desde la sociología, el término neorrealismo como reflejo del sufrimiento y la miseria de un pueblo, no es válido en absoluto, puesto que aquellas condiciones no surgieron apenas tras la II Guerra Mundial, sino que existen desde siempre. Sólo es válido referirse al Neorrealismo como aquel marco de denuncia cinematográfica que, en contraposición al cine idealista y de simple divertimento que se hacía en gran parte por aquellos años, hizo escuela en la Italia de la posguerra, reflejando aquella, no nueva, pero si profunda y dolorosa realidad que padecía el pueblo.

Vittorio de Sica, director que, por entonces, apenas hacía su segundo filme dentro de esta nueva estética, logra en <<EL LIMPIABOTAS>>, plasmar con sumo rigor el maltrato que, por parte de los adultos (llámese delincuentes, policías, instructores, carceleros, jueces y otros desaplicados profesionales), reciben los menores de aquella Italia en ruinas. Hasta aquí, el filme resulta plausible, de gran fuerza emotiva, y el par de chicos nos contagian con su profunda amistad y con su vitalidad para salir avantes frente a cualquier obstáculo que surge en su camino.

Pero, tengo que decirlo, De Sica se apasiona demasiado con su alegato anti-establishment, y su filme cae en el peor de los excesos al no dejar ninguna puerta abierta a la esperanza, y convirtiéndose, por añadidura, en otra tragedia deprimente y amarga donde, hasta Dios pareciera no querer a los pequeños. Y así no es. Y así no debe ser.

Título para Latinoamérica: <<EL LUSTRABOTAS>>
Luis Guillermo Cardona
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