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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Comedia Como miles de neoyorkinos, Richard Sherman (Tom Ewell) se ha quedado trabajando en agosto mientras su mujer e hijos disfrutan de unas gratas vacaciones en la playa. Siguiendo las recomendaciones de su esposa, está dispuesto a dejar de fumar, de beber, a acostarse pronto y sobre todo a no echar una cana al aire. Pero la tentación aparece cuando conoce a una despampanante vecina (Marilyn Monroe), tan sexy como ingenua. (FILMAFFINITY)
26 de septiembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El psicoanálisis está causando revuelo. La sexualidad y la personalidad, se están viendo ahora con perspectivas tan amplias, que se puede ahondar hasta lo más íntimo de la mente y la conciencia humanas. Ahora se hace más difícil guardar secretos, porque unas cuantas preguntas hechas con sutileza pueden dejar al descubierto cosas que, confiábamos, jamás nadie las descubriría. Y el conocimiento de algunas cosas inherentes a este tema, nos anima a ser más reflexivos y a descubrir opciones y posibilidades como nunca antes creímos que podríamos.

El cine, claro, no iba a ser ajeno a semejante descubrimiento, y entonces es la razón para que surjan películas como “LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA”, donde el sexo y su relación con el inconsciente; las represiones y su equivalencia con la moral impuesta por la cultura dominante; y los incidentes cotidianos que prueban nuestra entereza (espiritualmente, las trampillas que, don Luci, se juega para comprobar cuanto hemos avanzado), tienen un lugar relevante que, adosado con chispa, picardía y un excelente sentido del humor, nos permitirán ver las peculiarísimas formas como los seres humanos nos complicamos la vida.

Estamos en Manhattan, EEUU, una hermosa isla donde, los habitantes de hoy, siguen con la tradición que les legaran los nativos de cinco siglos atrás: Llegado el verano, mandar de vacaciones a la esposa y a los hijos, mientras que los maridos se quedan ‘luchando para asegurar que, cuando vuelvan, no les esté faltando nada’. Éste, el mensaje que recibe la familia que se marcha…porque, el mensaje que rebulle en la cabeza de los maridos y que antes era, ‘tender trampas, pescar y cazar’, es traducible como ‘salir de juerga, conseguir chicas y tener sexo’.

Pero Richard Sherman, el hombre clave de una editorial de revistillas frívolas, es –eso dice él- un hombre de alta moral, el americano ejemplar para quien la familia es sagrada, y los valores de fidelidad y constancia son intransferibles… pero esto y su largo blablablá de autoencomio, se va a ver en serias dificultades cuando por la puerta entre una chica ‘tan parecida a la fascinante Marilyn Monroe’ que a él ni siquiera le interesará saber su nombre.

¿Triunfará la moral? ¿La fidelidad saldrá ilesa de semejante tentación? ¿La familia seguirá siendo sagrada para el pobre (¡qué pobre, afortunadísimo!) Sherman?

Billy Wilder y George Axelrod, han firmado el guión que el primero ha dirigido, y de nuevo vamos a comprobar que La Rubia de Oro, además de poseer un encanto irresistible, también era una comediante de nunca olvidar. Tom Ewell, en su mejor momento como el particular ejemplar de hombre atribulado por sus principios, desbordando una imaginación cinéfila (“De aquí a la eternidad”, “El forajido”…) y una capacidad de análisis, que lo convierte en un perfecto paciente para Sigmund Freud o cualquier otro digno psicoanalista.

Pesan un poco sobre el ritmo, los reiterados monólogos de Sherman; sus temerosas reflexiones suenan ahora un tanto exageradas; argumentalmente se refuerza un poco la idea de la rubia tonta, pero, en general, el filme conserva su gracia, algunos momentos siguen siendo magníficos (la entrada del tapicero, la asociación con “El retrato de Dorian Gray”, la visión del chisme desbordado…), y en general, se pasa muy bien con una comedia que ya tiene asegurado un buen lugar en la historia.

Título para Latinoamérica: “LA COMEZÓN DEL 7° AÑO”
Luis Guillermo Cardona
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