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Voto de Natxo Borràs:
6
Terror. Intriga Una mujer corre peligro de caer víctima de un asesino psicótico que asola las calles de Viena. Como sospechosos están su ex marido, su ex amante y su actual amante.
18 de noviembre de 2010
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julie Wardh (Edwige Fenech) regresa con su marido Neil (Eduardo de Mendoza) a Viena después de pasar unos intensivos días de trabajo, por parte de él, en Estados Unidos y que una vez a su llegada su ausencia será cada vez más recurrente. Ella no puede soportar estar sola en la oscuridad, cuando le atraen los recuerdos de Jean (Ivan Rassimov) un sádico compañero de fiestas a quien la poseía como amante y la sometía a todo tipo de actos impúdicos y sadomasoquistas. Mientras cae la noche, un psicópata está aterrorizando la ciudad dejando tras de sí, cadáveres de mujeres jóvenes y con evidentes signos de haber estado acuchilladas con una navaja de afeitar. Carol, una amiga de Julie, la convencerá para que asista a sus fiestas y le presenta a su primo George (George Hilton) con quien mantendrá una relación apasionada, convirtiéndose en su protector contra Jean.

A primera vista podría parecer previsible un desenlace si se ha leído el argumento. Pero “Il Strano Vizio di la Signora Wardh” se rodó en el mejor momento del “giallo”, la respuesta italiana a cualquier ofrecimiento “gore” que no fuera de manufactura italiana. I no hay que mencionar a Darío Argento como el artífice, Sergio Martino merece un segundo puesto, por muy decadente que fueran filmes posteriores como “La Montaña del Dios Caníbal” (La Montagna del Dio Cannibale, 1978); “2019 Tras la Caída de Nueva York” (2019 Dopo la Caduta di New York, 1983) o “Destroyer: Brazo de Acero”(Vendetta dal Futuro, 1986), explotations en desuso que forman parte de la memoria histórica del cartucho VHS pero que gozan de la simpatía de muchos nostálgicos que disfrutaban del ingenio y poco esfuerzo narrativo en sendas imitaciones de série B americana.

Como anécdota de éste largometraje que podría parecer irrisorio por sus escenas de erotismo “light” hasta predecir un cansino aborrecimiento y que ayudan poco a crecer el clima de tensión en la trama, la banda sonora es otro de los aciertos que le dan vida a éste clásico de los films de segunda; el tema principal fue compuesto por Paolo Ormi y Nora Orlandi (Tarantino aprovecharía para utilizarla en alguna escena de “Kill Bill Vol. 2” pero no así añadirla en el soundtrack). Algunos de los exteriores se rodaron en la localidad catalana de Sitges.
Natxo Borràs
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