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España España · Madrid
Voto de keizz:
7
Acción. Drama Narra la rivalidad que mantuvieron dos grandes pilotos de Fórmula 1, el británico James Hunt y el austriaco Niki Lauda, sobre todo en 1976, año en el que Lauda sufrió un gravísimo accidente que casi le costó la vida. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas basadas en hechos reales tienen un plus de credibilidad, que influye bastante a la hora de que un film te guste más o menos. Si sabes que lo que estás viendo sucedió realmente, es mucho más sencillo ponerte en la piel de los protagonistas y sentir lo que ellos sienten. Pero basarse en hechos reales normalmente no quiere decir que se cuente todo, o que lo que se cuente no tenga partes inventadas o exageradas. Una película siempre es una película, y siempre hay una parte de ficción, partiendo de la primera ficción que es que los actores no son los personajes que interpretan. De ahí en adelante, todo lo que el director o los guionistas quieran meter.

En este caso, poco me importa si realmente Niki Lauda conoció a su mujer de esa peculiar manera, o si James Hunt realmente le pegó una paliza a un periodista por meterse con Niki en una rueda de prensa. Me da igual. En la película estas cosas sucedieron y a mí me parecieron bien.

Nunca he sentido una gran admiración por Ron Howard. Desde la primera película que recuerdo haber visto de él (“Llamaradas”) hasta ahora, nunca me había parecido gran cosa. Solo la de Nixon se salva de la quema. En cambio, esta vez reconozco que Howard firma un excelente trabajo. No era fácil esta película, y la resuelve con bastante maestría, sin renunciar a su innegociable punto comercial, esta obra tiene también calidad y además lidia con la dificultad que supone la temática de la que trata. Recurre lo justo a los efectos visuales, y se centra más en la parte humana de los personajes, al mismo tiempo que muestra un gran respeto por el mundo del automovilismo, haciendo que los que no somos muy aficionados terminemos por mostrar interés sobre el tema. Todo un reto superado.

“Rush” tiene un ritmo perfecto. Las dos horas se te pasan en un suspiro. Tiene momentos simpáticos y hasta cómicos, y otros que son verdaderamente difíciles de ver (la escena en el hospital en la que le aspiran los pulmones a Lauda… cuesta verla). Supongo que los verdaderos aficionados a la Fórmula 1 echarán de menos más acción en la pista, más escenas de carreras. A mí me parece perfecto tal como está, recreando perfectamente como eran las carreras hace cuarenta años, pero sin convertir la película en un documental ni en un homenaje al deporte de las cuatro ruedas. Todo en su punto justo.

Hay que hablar de los actores. Esta película no sería la misma sin ellos. Daniel Brühl y Chris Hemsworth están fantásticos en sus papeles. El australiano dibuja un personaje difícil (para mí, los personajes más difíciles de representar siempre son los que han existido en la realidad, especialmente cuando son actuales o de hace pocos años) con absoluta brillantez. James Hunt, esa especie de George Best rubio, lo clava Hemsworth. Por su parte, Brühl también está magnífico, aunque lo suyo era todavía más difícil, ya que Lauda es un personaje mucho más conocido que Hunt, y su físico mucho más especial. Hay que decir que los verdaderos Hunt y Lauda aparecen en fotografías al final de la película, y quien no los haya conocido puede constatar que el Hunt de la película es mucho más guapo que el verdadero, y que el Lauda verdadero era aún más feo que el de la película.

La puesta en escena y la fotografía son sencillamente perfectas. Te trasladan con toda nitidez a los años 70. También tengo que apuntar que las canciones que lleva incorporada la película contribuyeron a que me gustara. Para mi satisfacción, en el film suenan canciones de los Thin Lizzy, David Bowie, Steve Winwood y Dave Edmunds, que yo recuerde. Solo por esas cuatro canciones ya vale la pena pagar la entrada, la pena es que pongan trocitos tan pequeños de ellas.

A mi juicio, la película va creciendo a medida que avanza. Tiene un inicio efectista y típico, con los protagonistas a punto de iniciar la carrera del accidente de Lauda, para a continuación mostrarnos el inicio de la rivalidad entre ellos, a raíz de una carrera de Fórmula 3, explicado de un modo un tanto atropellado y forzado. Pero de ahí en adelante todo va mejorando, van apareciendo elementos dramáticos, la película nos va llegando poco a poco, el estudio de las personalidades de los dos pilotos va creciendo y la cinta se va volviendo más sólida e interesante.

Definitivamente, es una película convincente y tremendamente disfrutable. A pesar de que Howard vuelve a su parte más comercial y efectista en la última escena, cuando los dos protagonistas se encuentran en el aeropuerto de Bolonia, uno celebrando su triunfo, el otro preparando la próxima temporada. Ahí no pude evitar fruncir el ceño, pese a lo cual me levanté de la butaca contento de haber elegido “Rush” para pasar la tarde.

http://keizzine.wordpress.com/
keizz
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