Sólo en "El sueño eterno" de Howard Hawks supieron reirse de lo plomizas que son a veces las tramas del cine negro. "Retorno al pasado" cae un poquito en esa trampa al finalizar un precioso flash back, y sólo por eso no es absolutamente perfecta.

No es absolutamente perfecta a pesar de que muchas de sus imágenes son el mismo paradigma del cine negro, como la imagen de Jane Greer empuñando una pistola en el claroscuro, no es absolutamente perfecta a pesar de ese Acapulco disparatado y desesperadamente romántico de frases de seducción ingenuas e imposibles, y no es absolutamente perfecta a pesar de ese final de una ambigüedad sentimental sublime.

"Retorno al pasado" nunca fue uno de mis títulos noir favoritos, aunque vuelva a ella una y otra vez, será porque todos debemos de ser tan contradictorios como el propio Jeff Bailey.