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Voto de Meinster:
9
Cine negro. Drama Johnny Ingram (Harry Belafonte), un cantante negro lleno de deudas debido a su compulsiva afición a las apuestas, Earl Slater (Robert Ryan), un ex presidiario racista que vive a costa de una mujer, y Dave Burke (Ed Begley), un ex policía corrupto y jugador, se unen para atracar un banco de Nueva York. Aunque el plan parece perfecto, pronto surgen entre ellos tensiones que pueden hacerlo fracasar. (FILMAFFINITY)
19 de febrero de 2012
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque de buenas a primera pudiera parecer una película para el lucimiento del cantante Harry Belafonte, Apuestas contra el mañana no es nada parecido, es una película de cine negro puro y duro. La carrera interpretativa de Belafonte, si bien no se ha caracterizado por unas grandes actuaciones, si lo ha hecho por una sabia elección de películas, en las que en lugar de primar su lucimiento de cara a vender más discos, ha optado por actuar en buenas películas si bien poseen cierto mensaje antirracista, como es el caso, en cierta medida, de esta película.

Robert Wise es uno de los grandes directores de la historia del cine, pero también uno de los más menospreciados, pese a participar en muy diversos géneros, desde el musical con West Side Story o Sonrisas y Lágrimas a la ciencia ficción con Ultimátum a la Tierra o Star Trek la película, pasando por el cine de terror, el bélico o como es el caso el cine negro.

Apuestas contra el mañana resulta una película excelente, una gran muestra de cine negro, un retrato de los bajos fondos urbanitas, un retrato oscuro de la sociedad, ya sea de la alta o de la baja, gente que es o se ve obligada a ser delincuente. La película, una pequeña anécdota, un atraco a un banco, pequeño, simple, se le puede reprochar que los féminas de la obra simplemente estén para retratar a los personajes masculinos, pues son estos los que llevan todo el peso de la acción, pese a ello ellas están estupendas, destacando a Gloria Grahame, que en su breve aparición y sin estar particularmente hermosa resulta de lo más erótico y provocativo.

Robert Ryan está enorme, logra con su papel uno de los grandes protagonistas del género, personaje tan antipático como a la vez no puedes dejar de apreciar.

Fantástica fotografía, tan propia del género, picados, contrapicados, la cámara a ras de suelo, mostrando la acción como si de una oscura fantasía se tratase, llenándola de sombras, provocando una sensación de ensueño.

El guión simple pero inteligente y tremendamente funcional, a destacar la "broma" final... toda una declaración de principios.

En suma una magnífica película de cine negro, todo un disfrute, imprescindible para los amantes del género.
Meinster
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