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Voto de Meinster:
9
Comedia. Drama. Romance Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tragicomedia homenaje al cine mudo, a una forma de contar el cine y al CINE en general.
La película, al igual que hiciera la magistral Cantando bajo la lluvia, a la que debe muchísimo, cuenta el fin del cine mudo y el comienzo de los talkies, pero si la película de Kelly y Donen lo hacía desde el musical esta, al contrario, lo hace desde el mudo.

The Artist intenta ser cine mudo de la época que retrata, pero se notan (para el espectador avezado en cine mudo) ciertos tics del cine actual, ciertos movimientos de cámara, excesivos primeros planos, música que acompaña a la acción en lugar de actuar con la acción, etc.
Pero todo esto es perdonable porque The Artist te hace sentir como si fueses un espectador de aquella época.

La elección de realizar la película de esta forma es sin duda arriesgada y ha demostrado ser todo un acierto y, al contrario de lo que esperaba, es capaz transmitir las cualidades de ese cine como son la economía de tiempo a la hora de narrar, el encanto naïf, y especialmente la intensidad y pureza que emite el cine mudo.

Pero no se limita a la imitación, también es un ejercicio artístico, capaz de crear grandes momentos como ese de pesadilla que resulta magistral; montar grandes escenas de aroma clásico, el baile que se marcan sin verse, ella y el abrigo, el genial final; o saber narrar, la despedida de Valentín y su chofer es impagable.

Sobre la música resulta curiosa la idea de escoger temas de otras películas (¿otro homenaje a Cantando bajo la lluvia?), muy apropiados para el momento que narra, pero puede tener un efecto contraproducente, en especial al sonar el maravilloso tema de amor de Vértigo, me sentí más pillado por la música que por las imágenes y es que el tema de Herrmann me llevaba a la peli de Hitchcock.

Mención aparte merece la pareja protagonista, Jean Dujardin, inseparable del director, está realmente bien, si bien resulta algo exagerado o sobreactuado al comienzo, pero en la sobriedad de después está estupendo. Bérénice Bejo no hace de chica de los años 20, lo es, está perfecta. A destacar la fisicidad de ambos y también al perro que es un secundario de lujo.

Cine enamorado del cine, que logra hacer reír y llorar al espectador con una historia no muy original pero que logra transmitir la magia, la fuerza y la sensación de gran cine que posee el cine clásico. Para todos aquellos que saben que el cine mudo es mucho más que cine antiguo, que es una forma de narrar.
Meinster
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