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España España · Madrid
Voto de J C:
8
Drama Los niños de un orfanato pasan tanta hambre que, desesperados, deciden que uno de ellos hable del asunto al director. El elegido es Oliver Twist, que será expulsado del centro y ofrecido como aprendiz a quien lo quiera contratar. Después de limpiar chimeneas y trabajar como ayudante de un enterrador, Oliver se escapa y llega a Londres. En las afueras de la ciudad, cansado y hambriento, conoce a Artful Dodger, que le ofrece alojamiento. ... [+]
28 de agosto de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contaba Polanski que se decidió a adaptar el clásico de Dickens para poder llevar a sus hijos al cine, cansado de la escasa calidad de las películas actuales, y no sé si “Oliver Twist” es una obra destinada al público infantil, dada su dureza, aunque teniendo en cuenta cuál es el gusto de nuestros menores de seguro que no les decepcionará y encontrarán en ella las dosis de violencia apetecidas.
Ironías aparte, quién mejor que Polanski, uno de los cineastas que con más sabiduría ha filmado la turbiedad, para poner en imágenes el texto de Dickens, donde el odio y la perversidad campan por sus respetos a través de un Londres repleto de lluvia y miseria. Polanski se acerca a la novela dickensiana y lo hace desde el clasicismo más revelador porque “Oliver Twist” es, ante todo, una película al estilo clásico, pero directa y sin concesiones a la melosidad. Violencia y amargura comparten los planos de este filme valiente y desgarrado, como ya lo hicieran en la anterior obra de Polanski, “El pianista”, donde el cineasta echó mano de toda su visceralidad parareflexionar sobre el holocausto nazi.
No quiso Polanski en “Oliver Twist” utilizar actores famosos, supongo que para que la película fuera más marginal y no recibir, como él dijo, llamadas inoportunas en plena noche de productores preocupados por su marcha en taquilla. Sólo Ben Kingsley, enorme en su papel de jefe de la banda de niños ladrones, supone una cara conocida en el reparto. Especial mención merece la extraordinaria interpretación de Barney Clarke en el papel de Oliver.
Sin dejar en evidencia a otras adaptaciones del clásico de Dickens, que las hay y buenas, en especial la de David Lean, Polanski consigue una película espléndida que no debe echarse en saco roto y que rebosa buen cine, de ése que de vez en cuando se asoma como por descuido a la cartelera y que nos reencuentra con el arte puro y sin trampa.
J C
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