En este thriller dramático, poco truculento si lo comparamos con otros del autor (sus predecesoras eXistenZ o Crash, por ejemplo), Cronenberg nos presenta un filme algo inferior a lo que nos tiene acostumbrado, con una historia fácil de seguir y sin nada de tejidos mutantes, telepatía o malformaciones. Llamadme sórdido, pero donde esté un buen Cronenberg lleno de bichos, órganos parlantes e imaginación a raudales que se quite lo demás...