Imagino que otras personas habrán pensado y habrán escrito sobre esto, pero considero que he de hacer esta reflexión. Es muy fascinante como en muchísimas películas difieren las puntuaciones entre FilmAffinity y entre IMDB. Y en la mayoría de los casos suelen diferir en el sentido de que en Filmaffinity se puntúa por norma general muy a lo bajo. Me sorprende ver películas con notas iniciales bastantes altas, ver esas cintas (Blade Runner 2049, Dunkerke, Paterson, Star Wars VII...) y poco después no solo caen varios puntos si no que lo que afloran es un número de críticas con puntuaciones mediocres sacando fallos a mansalva a los títulos y escritas a mi parecer con bastante inquina. Me pueden acusar de flipado por puntuar con notas altas esta serie de películas. Pero desde Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, decidí llevar esta política en Filmaffinity a modo de protesta contra esta situación dominante en la que ni me encuentro cómodo ni desde luego estoy de acuerdo. A veces me quedo con la sensación de decir ¿he visto en verdad una mala película? Para mi sorpresa voy a IMDB y me encuentro con puntuaciones (dadas por un número mayor de personas) más cercanas a mi criterio sobre lo que es una película notable.

Tras este comentario sobre mi total disconformidad con el sentir general en Filmaffinity y más que posible fusilamiento de la crítica por ir en contra de este pensamiento cuasi monolítico, comienzo a analizar la película.

En un primer momento tenía el temor de que Blade Runner 2049 se convirtiera en una ensalada de tiros vacía y con efectos especiales a mansalva, yendo en contra del espíritu de la primera película. Por fortuna no ha sido así, debo decir que la acción es un género que me apasiona, sin embargo en Blade Runner no debería ser la tónica principal.

Conforme la película se va desarrollando, aparecen los planteamientos visuales de Villeneuve, creando planos realmente solemnes y simétricos, así como una atmósfera desoladora y una profunda distopía con una gran belleza estética. Cualquier rincón sórdido, maloliente y que no sea digno para la habitabilidad humana, en esta película aparece con esa singular poesía visual que ofrece el género Cyberpunk, creando belleza de la sordidez.

La banda sonora tiene fuertes reminiscencias de la anterior de Vangelis. Lo cual es normal, ya que el Leitmotiv sirve para darle unidad narrativa a dos textos cinematográficos diferentes. De hecho me sorprendió lo camuflada que está la partitura de Hans Zimmer, haciéndome creer hasta los títulos de crédito que volvía a ser obra de Vangelis.

Las actuaciones están sublimes, en especial Ryan Gosling con un constante gesto inexpresivo, pero que sin embargo va mutando conforme evoluciona psicológicamente su personaje y se va adentrando en este enigma policial en medio de la distopía. Es de rigor señalar también la actuación de Ana de Armas en un más que sorprendente papel que sirve de vehículo emocional, así como de referencia para ver la deleznable situación en la que se encuentra el universo de Blade Runner 2049. Jared Leto está soberbio para un papel realmente turbio como director de la Wallace Corporation. Y por último el gran referente que es Harrison Ford y tan cómodo en uno de sus papeles más icónicos como hace 35 años.

Mi más sincera recomendación es que vayan a ver la película. Es una más que digna secuela de la película original y considero que ambas están a la misma altura cinematográfica de calidad.

Esta película le cerrará el hocico a aquellos que claman con un patético intento de dignidad y pseudosapiencia cinematográfica, que nunca verían un Mad Max Fury Road o un Blade Runner 2049. Ellos se lo pierden.