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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
10
Drama Relato ambientado en la tristemente famosa cárcel de Carandiru, en Sao Paulo, donde, en 1992, la policía redujo de forma violentísima una revuelta masacrando a más de cien presos que estaban desarmados. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2006
25 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que joderse con esta gente. Recuerdo haber visto brevemente la historia en el telediario hace ya la friolera de catorce años. Le di la importancia que le daban, es decir, bastante peña muy malosa en el tejado de una cárcel de un país tercermundista. Carandiru aparte, esas imágenes las hemos visto alguna que otra vez. Pero recordé los muertos, la masacre, el horror que se minimizaba a traves del presentador de turno y he flipado bastante. 111 muertos, 111 ejecuciones por parte de la policía brasileña. Ningún poli herido. Genocidio. Los maleantes en estos países son menos que un cero, van sumando hacia el infinito negativo una y otra vez. Yo no quiero a esta gentuza aquí. Les das un arma ya sea el poli brasileño, argentino, venezolano o mejicano y un par de galones, y te van a joder el resto de tu vida. Insisto, no los quiero aquí. O me conocerán a mí.

El barbas, su majestad, los travestis, el jefe... son retratados desde el respeto a pesar de que en la mayoría de los casos, lo que les llevara a prisión fueran actos infames por los que en ella pagan, pero sin perder su humanidad. El médico es el vehículo del que se sirve Héctor Babenco para presentarnos en sociedad. Lo cierto es que me ha parecido un actor sobresaliente. Ese toque risueño, elegante y amigable con el que interpreta su papel, aunque sea el personaje más atractivo del film, luce por méritos propios.

La forma de rodar la película tiene frescura e ingenio. El guión a pesar de lo obvio tiene garra, y el film es básicamente una presentación constante de actos y personajes que se sigue con mucho interes. La secuencia del "cirujano" que fuma crack mientras opera... bua!! en serio, es demasiado. También destaco el personaje del alcaide porque me parecio muy sobrio y muy bien interpretado. A pesar de no plantear nada nuevo más que hechos cotidianos hasta el fatal desenlace, no por ello creo que Carandiru desmerezca lo más mínimo estar en lo más alto del cine carcelario. Supongo que habrán tomado nota en los USA para retratarnos futuros truños carcelarios con boxeadores patanes o alguna insulsa lucha de razas. No creo que tengan lo que hay que tener para ser honrados. Héctor Babenco sí que lo ha sido aquí.

Film que te indigna porque los hechos no pueden ser más reales, y que te alegra al comprobar lo ancho que es el Atlántico. 9.4

"Pero por dios! Cómo vas a coser a ese hombre fumando crack!"
"Tranquilo doctor. El crack me ilumina los vasos sanguíneos. Ve? Parece Las Vegas..."
Txarly
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