Haz click aquí para copiar la URL
China China · Qingoco
Voto de Txarly:
2
Serie de TV. Aventuras. Intriga. Drama. Fantástico Serie de TV (2004-2010). 6 temporadas. 121 episodios. Historia de un variopinto grupo de supervivientes de un accidente de aviación en una remota isla del Pacífico aparentemente desierta, una isla en la que suceden cosas muy extrañas. Luchando por la supervivencia, casi medio centenar de personas mostrarán lo mejor y lo peor de sí mismas. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2014
101 de 148 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por la mañana me pillo las chanclas, el desodorante y dos kilos de heroína y paso tranquilo la aduana en Barajas. Camino de Nicaragua y en pleno océano Atlántico, el avión se va a pique y nos estrellamos en una isla pequeña y deshabitada. En estado de shock voy dando órdenes aleatorias a los pasajeros que todavía no la han palmado; salvo a una gorda del ataque de un Tiranosaurius Rex, aso dos pollos al ast y después me pongo con una sesión de pilates en la orilla de la playa.

Tras dos semanas en la isla ya le voy pillando el tranquillo. Cambio el jaco por dos latas grandes de bonito del norte. Aparece David Lynch y me reta a una partida de ajedrez. Tras introducirse una de las torres por el ano, tira las piezas de un manotazo y las cambia por conguitos. Me da jaque y se come seis. Veo un humo negro que va reptando por el suelo. Lo sigo y me lleva a una especie de bunker. Hay mucha gente fumando y no veo nada, así que decido salir. Un tío calvo y escocés me espera sentado sobre un tronco y pregunta si creo en Dios. Cuando voy a responder que sólo creo en Luis Arconada, aparece un velocirraptor y lo decapita de un bocado.

Un arquero mongol le lanza una flecha a una liebre. La compartimos. Se ha estrellado otro avión. La isla se llena de más gente rara. Más tarde descubrimos una estatua de poliespan de diez metros de Elvis sobre una enorme plasta de rinoceronte que señala al sur. Los pasajeros del otro vuelo que... y tal y tal... bla bla bla...

Esto es lo que ocurre cuando las series de televisión se dejan en manos de publicistas. Otros ejemplos que se han servido de Lost son Homeland, La Cúpula o Falling Skies. La fórmula consiste en vestir de seriedad un argumento disparatado, que la gente hable sobre ello y flipe a más no poder. Que los índices de audiencia nos respalden, y luego, luego... ¡qué coño! ¡somos los amos! ya terminaremos la serie cómo nos dé la gana. O que están todos muertos, o que la culpa de todo la tiene el de la coleta de Podemos. No importa el final, sólo el principio. Este es el fascinante mundo de personas sólamente capacitadas para contar una historia en 20 segundos, no en seis años. Y de ahí la catástrofe.
Txarly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow