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Voto de burrito:
8
6,6
227
Drama
Suecia, 1782. Jacob, un joven noble, alocado y algo vehemente, retorna de sus estudios en Francia. Después de su ausencia, le alegra volver a su hogar, pero le hace más feliz reencontrarse con su querida hermana Charlotte. Sin embargo ésta se ha prometido al barón Alsmeden, hombre de gran influencia en la corte, lo que despierta en Jacob un sentimiento parecido a los celos... (FILMAFFINITY)
2 de noviembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película muy polémica, que tardó 11 años en poderse estrenar en España porque estuvo prohibida por la censura franquista. Pese a su llamativo eslogan publicitario allá por enero de 1977 ("Un tema audaz en una película totalmente adulta"), tuvo unos resultados de taquilla bastante discretos.
A título de curiosidad morbosa, se trata de una de las primeras películas que se atrevió a mostrar el vello púbico masculino.
El director es una especie de Ingmar Bergman (de hecho fue discípulo suyo), pero menos metafísico y bastante más carnal.
Cinematográficamente hablando, es un título donde las miradas expresan mucho más que las palabras (a este respecto hay infinidad de primeros planos) y está llena de mensajes subliminales.
A título de curiosidad morbosa, se trata de una de las primeras películas que se atrevió a mostrar el vello púbico masculino.
El director es una especie de Ingmar Bergman (de hecho fue discípulo suyo), pero menos metafísico y bastante más carnal.
Cinematográficamente hablando, es un título donde las miradas expresan mucho más que las palabras (a este respecto hay infinidad de primeros planos) y está llena de mensajes subliminales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Esta cinta gira en torno a la idea del castigo en el más puro concepto calvinista de la moralidad (en el sentido de que al creer en la predestinación, no es posible pensar en lograr la salvación de nuestras almas si somos conscientes de que cometemos actos pecaminosos, como en el caso de nuestra guapísima protagonista femenina que mantiene una relación incestuosa con su hermano, como en la deficiencia mental del hijo de Mrs. Küller, que se atribuye a otra relación incestuosa de ésta con su padre o como en el personaje atormentado del Conde Schwartz debido a su promiscuidad).
Otro de los aspectos importantes en el film es el de guardar las apariencias por motivos de ambición, para escalar socialmente. Aquí quien se lleva la palma es el personaje de Carl Ulrik (concretamente, para estar lo más cercano posible del Rey).
También me ha parecido muy interesante la crítica que se hace de la clase aristocrática, de vida licenciosa y refinada (hablando incluso en francés, que debía ser lo más chic del siglo XVIII), al contrastarla con el vulgo, de vida mucho más conectada con la realidad y teniendo que soportar el maltrato y los caprichos de sus "superiores".
Es ejemplar la utilización que se hace de los animales como metáforas de lo que está ocurriendo o va a ocurrir en la historia (ese oso enjaulado que quiere comprar a toda costa Carl Ulrik anticipando lo que su futura mujer va a significar para él, otro trofeo para seguir alimentando su mundo superficial de apariencias; ese erizo filmado con cámara a ras de suelo, indefenso de ser aplastado por un carruaje de caballos o atacado por cualquier otro animal, que incide en la inseguridad en la que se encuentra Charlotte ante la ausencia de su hermano; el gato encerrado intentando salir por la ventana, como igualmente prisionera se sentirá Charlotte en su matrimonio y por último, el magistral plano del rebaño de las ovejas, para hacer hincapie en la imposibilidad de salirse de las convenciones sociales, que a su vez será lo que frustre por completo la relación entre los dos hermanos).
Por otra parte, es admirable el uso que se le da como "gancho" a la pistola, en manos de la inmadura Ebba.
El final es demoledor, con el mejor recién nacido que yo he visto nunca en el cine.
Y ya para ir acabando y sin conocer mucho de este tema, me ha resultado fascinante el uso que se hace de los lunares postizos, intuyo que como reclamos sexuales.
Otro de los aspectos importantes en el film es el de guardar las apariencias por motivos de ambición, para escalar socialmente. Aquí quien se lleva la palma es el personaje de Carl Ulrik (concretamente, para estar lo más cercano posible del Rey).
También me ha parecido muy interesante la crítica que se hace de la clase aristocrática, de vida licenciosa y refinada (hablando incluso en francés, que debía ser lo más chic del siglo XVIII), al contrastarla con el vulgo, de vida mucho más conectada con la realidad y teniendo que soportar el maltrato y los caprichos de sus "superiores".
Es ejemplar la utilización que se hace de los animales como metáforas de lo que está ocurriendo o va a ocurrir en la historia (ese oso enjaulado que quiere comprar a toda costa Carl Ulrik anticipando lo que su futura mujer va a significar para él, otro trofeo para seguir alimentando su mundo superficial de apariencias; ese erizo filmado con cámara a ras de suelo, indefenso de ser aplastado por un carruaje de caballos o atacado por cualquier otro animal, que incide en la inseguridad en la que se encuentra Charlotte ante la ausencia de su hermano; el gato encerrado intentando salir por la ventana, como igualmente prisionera se sentirá Charlotte en su matrimonio y por último, el magistral plano del rebaño de las ovejas, para hacer hincapie en la imposibilidad de salirse de las convenciones sociales, que a su vez será lo que frustre por completo la relación entre los dos hermanos).
Por otra parte, es admirable el uso que se le da como "gancho" a la pistola, en manos de la inmadura Ebba.
El final es demoledor, con el mejor recién nacido que yo he visto nunca en el cine.
Y ya para ir acabando y sin conocer mucho de este tema, me ha resultado fascinante el uso que se hace de los lunares postizos, intuyo que como reclamos sexuales.