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España España · bilbao
Voto de ernesto:
8
Drama. Aventuras. Bélico Cuando, en diciembre de 1941, el ejército japonés ocupa Shanghai, la privilegiada vida de James Graham, un niño inglés de clase alta, toca a su fin. Es separado de sus padres y confinado en un campo de concentración próximo a un aeropuerto militar chino. En un ambiente dominado por la tristeza y la miseria se verá obligado a madurar prematuramente, y eso condicionará su visión del mundo. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2008
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace muchos años que vi por primera y única vez El imperio del sol, siendo todavía un adolescente, y pese a eso la recordaba como una de las mejores películas de Spielberg que había visto nunca. La he vuelto a ver ahora y, aunque no sea una película perfecta sigue despertando en mí una enorme simpatía.
El imperio del sol nos sitúa en China, justo en el momento en que los japoneses invaden el país. Estamos en Shangai, y el protagonista es un niño ingles cuya familia está instalada por motivos laborales en esa ciudad. Y que como tantas otras familias inglesas de la época llevan una vida de lujo y riqueza en el país asiático. Hasta que la llegada de los japoneses hace que esa vida acomodada salte en pedazos. A partir de ese momento el joven protagonista tendrá que sobrevivir a la invasión, a la propia ciudad, y a los campos de prisioneros por los que va pasando, dejando atrás su infancia mientras alcanza una precoz madurez.
Spielberg, con un extraordinario despliegue de medios, nos muestra en la primera parte como el pequeño protagonista pasa de ser un niño rico que lo tiene todo, a tener que sobrevivir por su cuenta en una ciudad inmensa donde todo le resulta hostil. Todo, en esta parte de la película resulta vibrante e intenso, donde la espléndida puesta en escena del director no oculta ni la emoción ni el drama, sino que ayuda a potenciarlo.
Cuando el protagonista comienza su periplo por algunos campos de prisioneros en compañía de un peculiar personaje con el que entabla amistad, es cuando la película se vuelve más irregular, y junto a algunos momentos de intensa belleza hay otros más plomizos en los que uno no sabe muy bien como ubicar a determinados personajes. Afortunadamente el talento de Spielberg y la fuerza del entonces niño Christian Bale, nos llevan hasta el conmovedor final casi sin darnos cuenta pese a que el ritmo se pierde en muchos momentos durante esta segunda parte de la historia.
El imperio del sol ha quedado como uno de los fracasos de la carrera de Steven Spielberg, pero para mi sigue siendo una película con un encanto especial.
ernesto
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