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Voto de TOM REGAN:
5
7,3
4.239
Drama. Comedia
En una tranquila granja de la campiña holandesa, la nonagenaria Antonia repasa su vida. Tranquilamente acostada en su cama, hace memoria hasta el día, poco después de la Segunda Guerra Mundial, en que volvió al pueblo en el que nació. A partir de ahí, recuerda su vida durante los cincuenta años siguientes, así como la de sus hijos y nietos. Un día tras otro, el comportamiento independiente, inconsciente y algo excéntrico de Antonia y su ... [+]
17 de marzo de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
72/11(14/03/24) Con motivo del Día de la Mujer del 8 de marzo de este 2024 he visto este film holandés premiado con el Oscar a Mejor Film de Habla No inglesa, y desgraciadamente me he encontrado con un panfleto caricaturesco feminista plano, por momentos grotesco en sus ideas agitprop. Escrita y dirigida por Marleen Gorris que describió como un "cuento de hadas feminista", cuenta la historia de la independiente Antonia (carismática Willeke van Ammelrooy), tras regresar al anónimo pueblo holandés donde nació, establece y alimenta una comunidad matriarcal idealizada, tanto que en al principio vemos tras la madre e hija el cartel "Bienvenidos a nuestros libertadores", escrito por los holandeses a los aliados que los liberaron de los nazis, pero que en la película tiene el doble sentido de que las dos liberaran a esta comunidad y sobre todo a las mujeres.
La película cubre una variedad de temas, desde la muerte y la religión hasta el sexo, la maternidad, el lesbianismo, la violación, el machismo, la amistad y el amor. Pero todo ello desde un prisma pueril, donde todo me ha resultado primario en su exposición de ideario, donde todas las mujeres son buenas, son víctimas de los malvados hombres, ellas no necesitan para sus vidas a machos (a no ser para reproducirse). Las mujeres pueden construir una Arcadia Feliz en una granja holandesa, donde todo marginado es bien acogido, donde la Lideresa (lenguaje inclusivo ante todo), es una mujer valiente, segura de sí misma, y hasta con poderes místicos, por los que es capaz de saber cuándo va a morir. Los hombres son reflejados la mayoría como machistas asquerosos (ese patriarca granjero presumiendo de sus hijos machos y de su hija fea, pero de físico bueno para procrear), violadores (como ese hijo del granjero; no entiendo como después de haber sido este ‘dañado’ por Danielle no se vengara y simplemente se marchara con el rabo entre las piernas), este personaje luego sirve también para a tacar al ejército cuando lo vemos de soldado (menudos mantras feministas rancios), son sedientos de sexo (el granjero Bass mendigando un poco de sexo de su vecina), hipócritas religiosos (ese cura lujurioso), esto último se aprovecha para arremeter contra la Iglesia Católica, y esto desde mi nula militancia católica me repatea, pues me gustaría ver a esta cineasta Gorris arremetiendo contra el Islam, que propugna el vejar al ser de ‘segunda’ clase que son las mujeres, es fácil atacar a quien sabes no se va a defender, eso se llama no ver la paja en el ojo propio. Es una fábula moral que no sabe reírse de sí misma, dentro de querer tener humor, se toma demasiado en serio su feminismo seglar, o estas con ellas o eres machista facha. Para servirse de ello nos regalan toda una pléyade de personajes aparentemente pintorescos, pero todos ellos meras perchas sin punch, sin aristas, sin evolución, todo tan esquemático como una viñeta feminista
Después de la Segunda Guerra Mundial, la viuda Antonia y su hija Danielle (Els Dottermans) llegan a la ciudad natal de Antonia, donde su madre está muriendo. Se reencuentra con su viejo amigo Crooked Finger (Mil Seghers), un intelectual deprimido que se niega a salir de su casa. También comienza a atraer seguidores, incluido Deedee, joven con discapacidad mental, después de ser violada por su hermano Pitte, y Loony Lips, hombre ingenuo se enamora de Deedee. Pitte, paria, huye del pueblo. Antonia rechaza una oferta de matrimonio del granjero Bass, pero desarrolla un romance duradero con él. Danielle, que tiene una imaginación viva, se convierte en artista y expresa interés en tener un hijo, al tiempo que rechaza la idea de tener un marido. Antonia y Danielle visitan la ciudad para encontrar un hombre que embarace a Danielle, lo que resultará en el nacimiento de Therèse, una niña prodigio. Danielle se enamora de la tutora de Therèse, Lara, y permanecen juntas en una relación lésbica.
Tiene un comienzo alentador, mostrando un gran sentido para fascinar con el realismo mágico, ello expresado con mucho gracejo en el funeral donde la anciana muerta se incorpora cantar "My Blue Heaven", y vemos en la iglesia una estatua sonriendo de Jesús sonríe. Luego, en el cementerio, un ángel de piedra usa su ala para golpear a un sacerdote que negó los últimos ritos a un hombre que protegió a los judíos de los nazis. Pero lastimosamente este aire alegre de loa a la imaginación, se diluye en el metraje, dejando algún delicioso destellos como es cuando Danielle visualiza a la hermosa maestra de Therese como la Venus de Botticelli, para ir desapareciendo sobre la mitad del minutaje. También es buena la edición de durante una noche varias relaciones sexuales paralelas en diferentes lugares y de desiguales formas, aunque me ha resultado un plagio de un montaje muy similar de la gran “Delicatessen” (1991) de Caro & Jeunet.
Tenemos esta visión de Utopía que es la granja feminista ensalzadora de la sororidad, como idea es prometedora, pero para reflejarla deben contraponerla a la villanía de los varones¡, cual carroñeros queriendo hundirlas. Solo hay un hombre con ideas propias no sujetas a estas ‘hembras’, es el culto ‘Dedos Torcidos’ (cita a Platón, a Schopenhauer y a Nietzsche), pero este es un tipo deprimente, dice que Dios ha muerto, y él solo quiere morir, tipo asexual. Quizás es que la guionista y directora nos viene a decir que este es el epítome del hombre aceptable (¿?).
La película cubre una variedad de temas, desde la muerte y la religión hasta el sexo, la maternidad, el lesbianismo, la violación, el machismo, la amistad y el amor. Pero todo ello desde un prisma pueril, donde todo me ha resultado primario en su exposición de ideario, donde todas las mujeres son buenas, son víctimas de los malvados hombres, ellas no necesitan para sus vidas a machos (a no ser para reproducirse). Las mujeres pueden construir una Arcadia Feliz en una granja holandesa, donde todo marginado es bien acogido, donde la Lideresa (lenguaje inclusivo ante todo), es una mujer valiente, segura de sí misma, y hasta con poderes místicos, por los que es capaz de saber cuándo va a morir. Los hombres son reflejados la mayoría como machistas asquerosos (ese patriarca granjero presumiendo de sus hijos machos y de su hija fea, pero de físico bueno para procrear), violadores (como ese hijo del granjero; no entiendo como después de haber sido este ‘dañado’ por Danielle no se vengara y simplemente se marchara con el rabo entre las piernas), este personaje luego sirve también para a tacar al ejército cuando lo vemos de soldado (menudos mantras feministas rancios), son sedientos de sexo (el granjero Bass mendigando un poco de sexo de su vecina), hipócritas religiosos (ese cura lujurioso), esto último se aprovecha para arremeter contra la Iglesia Católica, y esto desde mi nula militancia católica me repatea, pues me gustaría ver a esta cineasta Gorris arremetiendo contra el Islam, que propugna el vejar al ser de ‘segunda’ clase que son las mujeres, es fácil atacar a quien sabes no se va a defender, eso se llama no ver la paja en el ojo propio. Es una fábula moral que no sabe reírse de sí misma, dentro de querer tener humor, se toma demasiado en serio su feminismo seglar, o estas con ellas o eres machista facha. Para servirse de ello nos regalan toda una pléyade de personajes aparentemente pintorescos, pero todos ellos meras perchas sin punch, sin aristas, sin evolución, todo tan esquemático como una viñeta feminista
Después de la Segunda Guerra Mundial, la viuda Antonia y su hija Danielle (Els Dottermans) llegan a la ciudad natal de Antonia, donde su madre está muriendo. Se reencuentra con su viejo amigo Crooked Finger (Mil Seghers), un intelectual deprimido que se niega a salir de su casa. También comienza a atraer seguidores, incluido Deedee, joven con discapacidad mental, después de ser violada por su hermano Pitte, y Loony Lips, hombre ingenuo se enamora de Deedee. Pitte, paria, huye del pueblo. Antonia rechaza una oferta de matrimonio del granjero Bass, pero desarrolla un romance duradero con él. Danielle, que tiene una imaginación viva, se convierte en artista y expresa interés en tener un hijo, al tiempo que rechaza la idea de tener un marido. Antonia y Danielle visitan la ciudad para encontrar un hombre que embarace a Danielle, lo que resultará en el nacimiento de Therèse, una niña prodigio. Danielle se enamora de la tutora de Therèse, Lara, y permanecen juntas en una relación lésbica.
Tiene un comienzo alentador, mostrando un gran sentido para fascinar con el realismo mágico, ello expresado con mucho gracejo en el funeral donde la anciana muerta se incorpora cantar "My Blue Heaven", y vemos en la iglesia una estatua sonriendo de Jesús sonríe. Luego, en el cementerio, un ángel de piedra usa su ala para golpear a un sacerdote que negó los últimos ritos a un hombre que protegió a los judíos de los nazis. Pero lastimosamente este aire alegre de loa a la imaginación, se diluye en el metraje, dejando algún delicioso destellos como es cuando Danielle visualiza a la hermosa maestra de Therese como la Venus de Botticelli, para ir desapareciendo sobre la mitad del minutaje. También es buena la edición de durante una noche varias relaciones sexuales paralelas en diferentes lugares y de desiguales formas, aunque me ha resultado un plagio de un montaje muy similar de la gran “Delicatessen” (1991) de Caro & Jeunet.
Tenemos esta visión de Utopía que es la granja feminista ensalzadora de la sororidad, como idea es prometedora, pero para reflejarla deben contraponerla a la villanía de los varones¡, cual carroñeros queriendo hundirlas. Solo hay un hombre con ideas propias no sujetas a estas ‘hembras’, es el culto ‘Dedos Torcidos’ (cita a Platón, a Schopenhauer y a Nietzsche), pero este es un tipo deprimente, dice que Dios ha muerto, y él solo quiere morir, tipo asexual. Quizás es que la guionista y directora nos viene a decir que este es el epítome del hombre aceptable (¿?).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero dentro de esta hipocresía ternemos el tramo en que la hija de Antonia decide que quiere ser madre, y esta decide buscarle un semental en la ciudad que le de un buen retoño (bueno en este mundo proto-feminista solo se aceptan a mujeres descendientes de Antonia ¿?), las muy eugenésicas no buscan a un hombre cualquiera, debe ser guapo, la hija fornica con ‘el elegido’ en un hotel mientras la madre espera tomando un café con la alcahueta. Tras el fornicio la hija abandona a escondidas al ‘semental’, huye sin más y sin dejar mensaje alguno, y a los 9 meses ya tendrá el fruto de la ‘Caidita de Roma’. Pongámoslo en el lado contrario, que un hombre escogiera a un bellezón para ser padre, la dejara preñada, esta lo tuviera y el padre se la llevara sin decirle nada a la progenitora, pues nada bueno se pensaría, pero aquí se acepta de buen grado, casi como una travesura. Ah, por supuesto Danielle es lesbiana y no le gustan los hombres, con más razón debería haber actuado correctamente con el joven engañado.
La cinta tiene un desarrollo atrompicado, en medio de situaciones que a medida que avanza el metraje se vuelven más y más absurdas, como que un hombre viole a una niña y este no espere represalias, es ridículo. Por cierto, la violación es tratada de una forma muy banal, apenas se entra en las consecuencias, chusco.
La película refleja tres generaciones en la granja, donde cual efecto bola de nieve la demografía en su interior va creciendo al modo de China. Expuesto en la mesa del patio enorme donde todos comen cual bacanal festiva
Spoiler:
Años más tarde, Pitte regresa a la ciudad para cobrar su herencia y viola a Thérèse (esto se dice, pero nunca se ve). Antonia aplaca la ira de la madre Danielle, y ella coge una escopeta para ir a buscar al violador. Este está tranquilamente en el bar del pueblo. Acaso no esperaba que la madre que lo atravesó con una horca por una joven que no conocía no quisiera matarlo tras la violación? Ridículo! O es que quería morir Pitte? Pues nada de eso, pues ante la amenaza a punta de escopeta se comporta como un cobarde plañidero, pero es que Antonia, abuela de la violada, no se le ocurre otra cosa que en vez de matarlo y rematarlo, simplemente le echa una maldición y lo echa del pueblo, como si hubiera echo una travesura, una idiotez de vergüenza ajena, Es que la directora no puede mostrar a una mujer como vengadora? Idiostesco!
le lanza una maldición, tras lo cual los hombres del pueblo lo golpean y su hermano lo ahoga. Thérèse no puede encontrar su pareja intelectual, pero eventualmente tiene una relación con un amigo de la infancia, lo que resulta en su embarazo. Decide quedarse con el bebé y da a luz a Sarah, la narradora de la película, que siente fascinación por la muerte. Sarah observa cómo muchos de sus mayores mueren, incluido Crooked Finger, que se suicida, y Loony Lips, que sufre un accidente de tractor en la granja. Antonia muere posteriormente de vejez, rodeada de familiares y amigos.
El filósofo se suicida al final, no me extraña, sale del yugo nazi y entra en el yugo feminista (perdón a los ofendiditos por la broma).
Me queda una película que quema lo bueno en la hoguera ultra-feminista, sin aportar matiz alguno en su ideario incendiario contra el hombre somo sujeto-objeto. Gloria Ucrania!!!
La cinta tiene un desarrollo atrompicado, en medio de situaciones que a medida que avanza el metraje se vuelven más y más absurdas, como que un hombre viole a una niña y este no espere represalias, es ridículo. Por cierto, la violación es tratada de una forma muy banal, apenas se entra en las consecuencias, chusco.
La película refleja tres generaciones en la granja, donde cual efecto bola de nieve la demografía en su interior va creciendo al modo de China. Expuesto en la mesa del patio enorme donde todos comen cual bacanal festiva
Spoiler:
Años más tarde, Pitte regresa a la ciudad para cobrar su herencia y viola a Thérèse (esto se dice, pero nunca se ve). Antonia aplaca la ira de la madre Danielle, y ella coge una escopeta para ir a buscar al violador. Este está tranquilamente en el bar del pueblo. Acaso no esperaba que la madre que lo atravesó con una horca por una joven que no conocía no quisiera matarlo tras la violación? Ridículo! O es que quería morir Pitte? Pues nada de eso, pues ante la amenaza a punta de escopeta se comporta como un cobarde plañidero, pero es que Antonia, abuela de la violada, no se le ocurre otra cosa que en vez de matarlo y rematarlo, simplemente le echa una maldición y lo echa del pueblo, como si hubiera echo una travesura, una idiotez de vergüenza ajena, Es que la directora no puede mostrar a una mujer como vengadora? Idiostesco!
le lanza una maldición, tras lo cual los hombres del pueblo lo golpean y su hermano lo ahoga. Thérèse no puede encontrar su pareja intelectual, pero eventualmente tiene una relación con un amigo de la infancia, lo que resulta en su embarazo. Decide quedarse con el bebé y da a luz a Sarah, la narradora de la película, que siente fascinación por la muerte. Sarah observa cómo muchos de sus mayores mueren, incluido Crooked Finger, que se suicida, y Loony Lips, que sufre un accidente de tractor en la granja. Antonia muere posteriormente de vejez, rodeada de familiares y amigos.
El filósofo se suicida al final, no me extraña, sale del yugo nazi y entra en el yugo feminista (perdón a los ofendiditos por la broma).
Me queda una película que quema lo bueno en la hoguera ultra-feminista, sin aportar matiz alguno en su ideario incendiario contra el hombre somo sujeto-objeto. Gloria Ucrania!!!