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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Cine negro Un hombre honrado es arrastrado al sórdido mundo de la corrupción por el influjo de una "femme-fatale" tan bella como peligrosa. Gran obra de Siodmak dentro del género del cine negro. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2014
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
204/09(26/12/13) El realizador de origen alemán Robert Siodmak 3 años después del éxito ‘The Killers’ repite formula, con argumento con bastantes puntos en común, género noir, profusión de flash-backs, igual compositor musical y mismo protagonista, Burt Lancaster, pero al resultado final le ha hecho mucho daño el paso del tiempo, haciéndola una copia bastarda de esta, el guión posee demasiadas agujeros incoherentes y situaciones forzadas que la hacen complicada de digerir.

El escenario es Los Ángeles, allí vuelve Steve Thompson (buen Burt Lancaster) tras un periodo fuera por el país intentando superar el divorcio de su esposa, Anna (bella Yvonne De Carlo). Retorna a casa de familia para trabajar con su padre de guardia en los furgones blindados. El problema es que sigue enamorado de su ex, intenta volver con ella pero Anna está saliendo con un violento gangster, Dundee Slim (gran Dan Duryea). Intentan mantener una relación Steve y Anna a escondidas de Dundee, derivando esto que para salir de un aprieto Steve proponga a Dundee el robo a su furgón de dinero.

Daniel Fuchs (‘Pánico En las calles’) adapta la novela de Don Tracy ‘Criss Cross’ (1936), durante la pre-producción murió el productor del film Hellinger, y el director y el guionista cambiaron el robo a un hipódromo por el de un furgón blindado, esto no gustó a Lancaster. Está edificada a través de flash-backs que Siodmak sabe editar para potenciar la intriga y la tensión, arranca con un trabajo rutinario de los guardias de un furgón de dinero, retrocede en el tiempo para que enterarnos de la tela de araña en que está envuelto el protagonista, para llegar al punto de inicio media hora antes del final y dejándonos con el misterio del desenlace. La cinta juega con varios temas, el amor fatalista, la obsesión, la traición, la familia, la frustración, la amistad o la femme fatale. Posee todos los ingredientes del cine negro, el perdedor corrompido por la mujer fatal, la fuerza del destino, los sueños el crimen, villanos carismáticos, los sentimientos de culpa. Pero todo esto está regularmente desarrollado, una primera parte sugestiva que engancha con estos personajes al límite, un triángulo amoroso obsesivo, pero ocurre algo que me solivianta, como ya he leído es un insulto a la coherencia, me refiero a la catarsis que es cuando Slim descubre que su esposa Anna y Steve están ‘juntitos’ y va con toda su banda a cargárselo, pero Steve ante la cercanía de su muerte cual trilero se saca un as de la manga, le dice a Slim que ha ido a ver a su chica para contarle que quiere robar el furgón en el que trabaja y necesita de la pandilla de él, decepcionante, un parche nada creíble, pero se riza el rizo, Slim le cree y se emociona con el golpe y pelillos a la mar, da igual que tenga unos cuernos más grandes que un ciervo, luego en el robo el zoquete de Steve en vez de librar a su padre del peligro, lo hace con el tercer guardián y el recurso de la llamada telefónica, menudo tarugo. Y en el rush final se producen más desatinos que no sostiene el menor análisis (spoiler).

La puesta en escena es propia de un realizador como Siodmak que ha bebido del genuino expresionismo alemán creando atmósferas absorbentes y decadentes, a esto le ayuda la fotografía de Franz Planer (‘Vacaciones En Roma’) en glorioso b/n, jugando con la oscuridad, las penumbras, claroscuros, maravilloso en la escena del robo arrancando en un fascinante plano cenital desde una grúa, para bajar a la escena y moverse con agilidad entre los personajes y manejando con habilidad los gases para inducir al terror, asimismo contribuye en lo sombrío con un final brillante (spoiler), a todo esto se suma la ligera música de Miklós Rózsa (‘…’) con melodías de flauta.

Siodmak demuestra que es un gran realizador con escenas que dejan poso ya desde su inicio con una toma aérea-nocturna de Los Ángeles, de fondo las fanfarrias de Rosza, hasta desembocar en un parking donde Ivonne y Burt están abrazados clandestinamente en lo que supondrá una apertura que se ‘abrazará’ con el final (spoiler), dando sentido al título en español, con el posterior rifirrafe en el club que nos deja dosis de misterio que se irán desvelando, ya están sembradas las semillas de la intriga, o la estupenda del robo, donde la acción se funde con elementos de terror con los malhechores con esas máscaras y moviéndose entre gases, disparos, peleas, humo, brillante, o la intensa del hospital con el desconocido (buen Robert Osterloch) que ve en el espejo y al que le pide le proteja, y por supuesto el clímax final en la cabaña, estremecedor (spoiler).

Burt Lancaster compone meritoriamente la fragilidad de un personaje en apariencia física fuerte, pero que por dentro es débil ante los encantos de la sirena De Carlo, maneja su mirada nítida con suficiencia para exponer sus puntos flacos. Yvonne De Carlo no es la Garner pero belleza y poder de seducción le sobran, una femme fatale algo mal descrita pues nunca se sabe a qué juega ni que siente y padece. Dan Duryea dota a su rol de perversidad, villanía, carisma, de sonrisa cínica, muy bueno. En el resto del reparto secundario la cinta naufraga al dejar esbozos de personajes que apuntan importancia pero se diluyen, dándome la impresión que en el libro si tenían peso, como el amigo policía (Stepehn McNally), la chica de la barra del bar o el padre, mal desarrollados. (Continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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