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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
7,9
7.493
Serie de TV. Documental Serie de TV (2015-2018). 2 Temporadas. 20 episodios. El documental de dos temporadas (2015 y 2018) de Moira Demos y Laura Ricciardi narra el caso de Steven Avery, un hombre condenado por agresión sexual, que fue exonerado por las pruebas de ADN 18 años después. Unos años más tarde, es acusado del asesinato de otra mujer. (FILMAFFINITY)
23 de septiembre de 2016
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
161/19(30/08/16) MONUMENTAL serie realizada y guionizada por las novatas Laura Ricciardi y Moira Demos para el canal Netflix, 10 apasionantes episodios de alrededor de una hora, una historia en la honda de las Coenianas “Sangre fácil” y “Fargo”, o del libro de Truman Capote “A sangre fría”, el desgarrador relato la infeliz vida (real sí, real, aunque parezca ficción) de Steven Avery , un hombre del condado Manitowoc (Wisconsin), estuvo en prisión 18 años (1985-2003), entró en la cárcel con 23 años, por algo que las pruebas de ADN se demostró no hizo, al salir parecía que renacería, hasta aquí muchas historias de inocentes condenados ha habido, pero es lo que sigue nos hunde en algo aún peor (si! lo hay), el destino (ataque de ironía) le tenía guardado un contratiempo por el que entraría en una espiral ruindades, y... Moira y Laura, recién acabada su carrera de audiovisuales, leyeron un artículo en 2005 en el New York Times sobre el caso de Steven Avery titulado 'Freed by DNA, Now Charged in New Crime' que les fascinó tanto que alquilaron un coche y con una sola cámara se dirigieron a Manitowoc para empezar a rodar lo que hoy se puede ver en la serie, 10 años de fenomenal montaje de lo grabado sobre este caso con entrevistas, imágenes de archivo, vídeos de interrogatorios, llamadas telefónicas pinchadas, los juicios, etc, para ofrecer al mundo una visión sobre el caso de Steven Avery al que se le unió su sobrino Brendan Dassey. Pariendo un devastador thriller documental que ha removido las conciencias de la sociedad estadounidense hasta niveles extraordinarios (spoiler). Pocas veces recuerdo que la tele me haya atrapado de esa manera, y es que es una serie adictiva, subyugante, fascinante, imprescindible para una total absorción abstenerse de acudir a la wikipedia en busca de información, os puede estropear las sorpresas con la cantidad de giros y contragiros que tiene, entrad vírgenes a esta serie de terror, en el transcurrir de los capítulos te sentirás más y más atrapado, anonadado, soliviantado, cabreado, indignado, te encontraras discutiendo con la televisión, imposible no entrar en modo ira con este relato sombrío sobre lo peor de la Condición Humana, su mezquindad, su poco respeto por la vida de los demás, donde se cumple el axioma de el hombre es un lobo para el hombre.

Es una magistral labor mostrada con una tremenda capacidad de sugestión, un thriller de horror donde la realización magnífica hará que empaticemos irremediablemente con el protagonista y nos sintamos tan indefensos como él, nos sintamos una especie de Joseph K en un proceso en el que no sabemos cómo defendernos de la sinrazón, más de diez horas de metraje en la que nos sumergiremos en una América profunda, con gente de bajo estrato social, con escasa cultura. La serie analiza con bisturí ácido el poder devastador que pueden atesorar algunas personas e instituciones en su despotismo, un sistema corrupto moralmente en su tiranía, en su cerrazón, esto apoyado, se sugiere, en un corporativismo tóxico, en unos medios de comunicación necesitados de sensacionalismo, aunque ello arrastren inocentes, quedando claro que no hay sistema judicial perfecto, siempre habrá grietas por las que se cuelen casos tan sangrantes como este, quedando claro el desamparo de alguien ante una montaña de incomprensión ante lo que todos vemos, ejemplo como se puede dar veracidad al testimonio de un (claramente) chico con problemas mentales. Sostenido el metraje en un ritmo trepidante, formidablemente narrado, con una clarividencia expositiva y orgánica tremebunda, con una estructura propia del mejor de los thrillers, con personajes bien delineados, con polis corruptos (se apunta claramente), un fiscal nauseabundo (no lo digo yo, me remito al final que se expone), con pruebas falsificadas, con testigos que se contradicen, con interrogatorios manipulados, con cliffhangers, todo ello haciendo se te remuevan las tripas ante la frustración vital que impera. Se hace un análisis objetivo pero mordiente del trabajo de la policía, los investigadores, fiscales, abogados defensores, CSI, jueces, jurados, testigos, y de los medios de comunicación, poniéndolos contra el paredón audiovisual y no quedando muy bien parado el sistema.

Es el relato de cómo la gente necesita de chivos expiatorios, de cabezas de turco para volcar sus ansias de venganza, para sentirse superiores moralmente, en este caso son los Avery vistos como unos marginados sociales, como los “hillbillys” (paletos en el argot USA) del lugar, alos que se ve como endogámicos y cerriles. Las realizadoras sacan un partido portentoso a los paisajes del Medio Oeste de Manitowoc (Wisconsin), agrestes, gélidas praderas, el cementerio de autos, ello es interrelacionado en la filmación con turbadoras tomas aéreas, sea como muletas entre bloques, o como fondo para conversaciones telefónicas, adornado sugestivamente por melodías folk de guitarra (Gustavo Santaolaya), ello para reflejar un mundo frío, distante, cerrado, feista, disperso potenciado por la bella fotografía de Moira Demos, en colores tenues, crudos.

La serie ha sido criticada por estar claramente del lado de Steve Avery, de enfocarlo todo hacia un mismo punto, esgrimen estos que se han omitido pruebas fundamentales en su contra (spoiler). Primero es que la contraparte de familiares, fiscal o policía no han querido hablar para el documental para el que se les dio voz y lo rechazaron, y segundo es que la realidad es tozuda, los datos que se nos dan son reales, todos estaban en contra de él, la policía, el fiscal, los medios de comunicación, la comunidad, pero si hasta un abogado que oficialmente debía creer en la inocencia de su cliente era peor era de sus peores enemigos, si llegamos a escuchar tétricamente que un acusado (el sobrino de Avery) quiere rechazar a su abogado por creerlo culpable y el juez dice que eso no es motivo, INCREÍBLE, pero cierto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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